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Los vendedores del rastro exigen volver al entorno de El Molinón

“Detrás del Palacio de los Deportes vendemos menos”, afirman

Uno de los puestos del rastro, en el aparcamiento de El Molinón, tras el estado de alarma por la primera ola de la pandemia. | J. Plaza

Los vendedores ambulantes que participan cada domingo en el rastro de Gijón exigen al Ayuntamiento que les reubique en el parking de El Molinón si finalmente se lleva a cabo el aparcamiento en altura, previsto en la parte trasera del Palacio de los Deportes de La Guía (donde actualmente se ubican los puestos de estos comerciantes), que el gobierno local anunció esta semana como una de las medidas de mejora del tráfico en el entorno del estadio. “Sería la mejor solución, porque desde que nos quitaron de allí la venta bajó un 30%”, sostiene José Antonio Jiménez, conocido como Román, presidente de la Cooperativa de venta ambulante Principado. “Nos prometieron que volveríamos cuando acabasen las obras, y nunca nos dejaron volver”, lamenta.

A juicio de los vendedores, “la venta mejoraría mucho porque ahora estamos ahí detrás escondidos”. Eso sí, relata Jiménez, es importante encontrar “una solución consensuada”. En la misma línea se pronuncia Manolo Gabarri, coordinador de la Plataforma sindical de vendedores ambulantes de Asturias, que ve como “un triunfo” el poder volver al aparcamiento de El Molinón. O en su caso al paseo del Doctor Fleming. “Cualquiera de las dos es mejor que donde estamos”, asegura Gabarri, que defiende el rastro como “el más grande de Asturias” y del que “viven 350 familias”.

La propuesta más novedosa es la de José Darío Ibaseta, secretario de la Asociación libre de vendedores ambulantes de Asturias, que pide poder utilizar los bajos del futuro parking en altura “para resguardarnos de la lluvia y el viento”. Mientras se construye, propone “volver al parque Hermanos Castro”.

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