Las calles de Gijón lucían esta tarde como en los tiempos anteriores a la pandemia. El prendido de la iluminación de Navidad, a las seis de la tarde, llenó de luz más de 170 calles de la ciudad en las Navidades más atípicas desde hace décadas. Con mascarillas, centenares de gijoneses se echaron al asalto para ver los adornos y las luces, que este año son 3,5 millones. La plaza Mayor, el Náutico, la calle Corrida, la plaza del Parchís, Marqués de Casa Valdés, el paseo del Muro... costaba encontrar un rincón en el centro que no luciera sus mejores galas. "Dan vida a la ciudad", apuntaron los gijoneses que se deleitaron con la iluminación festiva.
El encendido navideño también animó a los comerciantes, que, con el cierre decretado por el Principado, necesitan hacer caja para salir del atolladero económico provocado por el virus. Los escaparates con ofertas lucieron también sus mejores galas, después de que las tiendas volvieran a la actividad el pasado miércoles. Este año hay algunas novedades. Como las letras que hay en el Campo Valdés, que lucen el lema más escuchado durante el confinamiento. Eso de "todo saldrá bien". En otras zonas alejadas del centro, como en el Polígono, los vecinos también disfrutaron de su propia iluminación.
Las principales novedades de este año se encuentran repartidas por toda la ciudad. Están por ejemplo varias luces colgando hacia abajo en la plaza del Carmen y en la calle Tomás y Valiente, justo donde la antigua Escuela de Comercio. Otro ejemplo, similar a esas luces, será la propia fachada del Ayuntamiento de Gijón, que este año estará cubierta con una cortina con efecto flashing que dará mucho dinamismo.
El Muro de San Lorenzo también estrenó varios diseños a lo largo de todo el paseo. A los árboles blancos colocados el pasado miércoles, y publicados ayer en este periódico, se suman unos abanicos muy coloridos en las farolas de la avenida de Rufo García Rendueles. No faltarán los letreros felicitando las fiestas en San Pedro y el puente del Piles. Y en lo que a letreros se refiere, destaca el que se estrenará en el Teatro Jovellanos: “Por un año lleno de cultura”.
La plazuela de San Miguel, otro de los puntos clave de la iluminación gijonesa, cuenta con un gran muñeco de Papá Noel que desde hace días atrae las miradas de muchos gijoneses, especialmente las de los más pequeños, que ya esta tarde se deleitaron con el adorno. Son los niños quienes deberán mirar atentamente, y también los mayores, a las luces de la calle San Bernardo, que tienen una conformación en 3D que también “sorprenderá”. La creación de la avenida de la Constitución tampoco deja indiferente. Hoy Gijón prendió la llama de la Navidad más atípica, pero con más luces.