Capacidad para “debatir” los presupuestos y más dinero para decidir en los distritos. Esas son las dos premisas marcadas por la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón (FAV) para regresar a los consejos de distrito, los seis órganos de participación en los que se mezclan asociaciones de barrios, entidades sociales, deportivas y partidos políticos. La FAV no acude a ellos desde 2018 al calificarlos de “caducos” e “ineficaces”. El movimiento vecinal exige repensar el modelo y la primera batalla la librará el 17 de diciembre en una reunión con el gobierno local, representado por las ediles Dolores Patón, Salomé Díaz y Carmen Saras, concejalas de Atención Ciudadana, Participación y Distritos Este y Oeste, respectivamente. “Ahora mismo, la participación no es real”, critica el presidente de la Federación, Manuel Cañete.
Otra cuestión será la disposición municipal a ceder a las peticiones vecinales. La alcaldesa, Ana González, coincide con las asociaciones en la necesidad de reformular el modelo de participación, pero no se plantea por el momento dar carpetazo a los consejos de distrito, que se remontan al año 2005, con Paz Fernández Felgueroso al frente del Ayuntamiento. La Regidora resta importancia a los plantones vecinales. Los últimos acontecieron la pasada semana con la ausencia de varios líderes vecinales de la zona este, oeste y centro, que declinaron acudir a la explicación de la prórroga presupuestaria. “La FAV representa a un número muy concreto de asociaciones, pero no son el único movimiento organizado”, avisó ayer González. “En los consejos participan otras asociaciones, algunas vecinales, que no siguen las consignas de la FAV”, remachó.
González reformulará los procesos de participación en el marco del diseño de la Agenda Urbana de Gijón. Descarta hacerlo fijándose en el modelo del gobierno de Foro. “Entonces se planteó hacer un reglamento de participación, un reglamento que hizo solo la Federación y que se quedó en un cajón”, dijo en declaraciones a la Cadena Ser, antes de volver a dar un poderoso toque de atención a la FAV. “No se entiende que se arrogue la pluralidad de todas las asociaciones”, zanjó la Alcaldesa.
“La FAV representa a un número muy concreto de asociaciones, pero no son el único movimiento organizado”
Lo que parece evidente es que tras años de desencuentros el modelo de participación a través de los consejos de distrito está en un callejón sin salida. El reglamento recoge que la ciudad cuenta con seis distritos –Centro, Este, Oeste, Sur, El Llano y Rural–, cada uno con su consejo. El objetivo inicial fue crear organismos de gestión para “desconcentrar la gestión municipal”. O sea, implicar a los vecinos en la toma de decisiones más cercanas. En teoría, el gobierno local de turno debe presentar los presupuestos municipales a cada consejo, donde los participantes pueden hacer sus aportaciones. En la práctica, o así lo entienden los vecinos, esta capacidad se ha reducido con el paso de los años.
El actual gobierno local volvió a convocar los consejos de distrito a principios del año pasado, tras tres años de ausencia con Foro al frente del Ayuntamiento. Sin embargo, lo hizo simplemente para informar de que el presupuesto municipal aprobado para 2020 reservaba un millón de euros a repartir entre los seis consejos. Es decir, que cada uno tuvo no más de 166.666 euros para invertir en las obras que considerara necesarias contando con el visto bueno municipal. “Es una cantidad verdaderamente ridícula”, critica Cañete. Eso sí, el movimiento vecinal no es el único con mando dentro de los consejos, donde participan decenas de representantes de otros colectivos.
De hecho, son una pequeña parte, porque además de miembros municipales y de un representante de cada partido político con concejales en el Pleno, en los consejos de distrito tienen voz y voto otras ocho personas, que, a su vez, representan a las entidades deportivas, culturales, sociales, educativas, a los centros de salud, de juventud, de mayores y de mujeres cuya sede esté dentro de los límites del distrito. La Alcaldía tiene la capacidad para elegir por cada distrito a tres vecinos de “reconocido prestigio”. También acude el director de cada Centro Municipal, aunque sin capacidad de decisión. Todos los cargos se renuevan con cada nuevo gobierno local.
“Ahora mismo, la participación no es real”
A pesar del veto de la Federación, que se mantiene ya con dos juntas directivas diferentes, la de Cañete y la de Adrián Arias, sí que hay asociaciones de vecinos que acuden igualmente, aún considerando que la herramienta es mejorable, como es el caso de la asociación de vecinos de El Coto. A pesar de ello, la FAV mantiene su intención de no regresar a los consejos de distrito salvo que el gobierno local acceda a aumentar la “participación real” y de paso las partidas económicas que los vecinos pueden gestionar para sus barrios.
Los consejos de distrito de Gijón
Seis consejos, todos los barrios.
Gijón cuenta con seis distritos, cada uno con su consejo: Centro, Este, Oeste, Sur, El Llano y Rural.
El sistema participativo.
Cada distrito tiene una partida en los presupuesto municipal para implicar a los vecinos en la gestión.
Un modelo con 15 años de historia.
El reglamento de los consejos de distrito data de 2005, con Paz Fernández Felgueroso en la Alcaldía.
Veto de la Federación Vecinal.
La Federación lleva sin acudir a los consejos desde 2018 al entender que existe falta de participación.
Asociaciones de vecinos y más.
Participan asociaciones de vecinos, partidos y entidades afincadas en los barrios de cada distrito.
Cambios y modificaciones.
El modelo sufrió cambios mínimos en el año 2005 y 2008 y dejaron de convocarse en 2017.
Recuperación de los consejos.
Los consejos se recuperaron en 2020, tras años de ausencia, para informar de los presupuestos.
Plantones de los líderes vecinales.
La semana anterior no acudieron a los consejos de centro, este y oeste varios líderes vecinales.
Petición para reformular el modelo.
La FAV exige poder “debatir” los presupuestos y más inversión en las partidas de los consejos.
