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El Santa Olaya se blinda para votar

La comisión electoral medita fijar franjas horarias y recorridos para los comicios del sábado | “Hay que acudir pese al miedo al coronavirus”, coinciden muchos socios

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Los socios del Santa Olaya retoman la actividad con las elecciones a la vista Juan Plaza

El Club Natación Santa Olaya reabrió ayer, como el resto de clubes deportivos de la ciudad, sus puertas tras las restricciones impuestas por el Gobierno del Principado de Asturias. Pero lo hizo con una diferencia notable respecto al resto de entidades gijonesas: en las instalaciones del barrio de El Natahoyo ya se respira un evidente ambiente de votaciones, después de que la comisión electoral confirmase ayer, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, que los comicios presidenciales tendrán lugar el sábado 19, con un estricto protocolo aún por concretar. La decisión se confirmó después de haber consultado al Ejecutivo autonómico, que “no prohíbe dicha celebración” ante “la mejoría de la situación epidemiológica”.

Las elecciones del sábado son especialmente trascendentales para el club, ya que en las manos de la próxima junta directiva estarán las decisiones a tomar sobre la ampliación en una finca cedida por el Ayuntamiento, de 5.000 metros cuadrados, y sobre qué hacer con la desafección de terrenos de la Autoridad Portuaria. Por ello, la opinión entre los trabajadores y socios es que “la gente tiene que animarse y venir a votar”. “Tienen que ejercer su participación”, verbaliza Secundino González, aún presidente del club y que deja su cargo tras ocho años.

“Entiendo que la gente pueda tener miedo, pero se van a poner todos los medios para cumplir con toda la normativa sanitaria vigente”, enfatizó ayer el mandatario saliente de la entidad, que asevera que “el protocolo que se implante va a ser exhaustivo”. Desde el club sociodeportivo se valora establecer franjas horarias para las votaciones o implantar un recorrido de entrada y otro de salida para evitar aglomeraciones. Además, se garantizará la seguridad de todos los que acudan a los comicios.

“El que no venga a votar es porque no quiere”, señala el socio Manuel Ángel García

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La cercanía de las elecciones se hace patente en los carteles de las dos candidaturas –encabezadas por José Antonio Viesca y José Enrique Plaza– pegados en las grandes cristaleras del pasillo de acceso a la instalación. Los mismos que observaba por la mañana con detenimiento Manuel Ángel García. “Otros años sí que se vivía más ambiente preelectoral”, enfatizaba el socio. “Por ejemplo, todo esto que estoy consultando ya lo sabría, no tendría que estar leyéndolo ahora”, añadía.

Este retraso se debe al cierre del club a causa de la pandemia. No obstante, García entiende que “el sábado, el que no viene a votar es porque no quiere”. “Luego muchos no tienen reparos en ir por la calle, que está todo Gijón lleno estos días”, indicaba. Así, enfatizaba el socio, “por un cuarto de hora que echen en votar no tiene por qué pasar nada”. García aseguraba que, aunque está ojeando los proyectos de ambos candidatos, “tengo bastante claro a quién voy a votar: a quien más conozco”. Según explicitaba, “cuando vienes al Santa Olaya, no vienes solo a entrenar, sino que también socializas y te sientes parte del club”.

Samuel Riesco: “Hay que venir a las urnas, hacen falta mejoras”

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José Manuel Rubiera aseguraba que “la gente va a venir a votar, aunque quizá menos que otros años” por miedo al virus. “No se nota tanto ambiente previo a las elecciones”, remarcaba este socio que entiende que “los candidatos han hecho lo que pudieron” en la campaña, ya finalizada. Además, Rubiera remarcaba que “ya tenía muchas ganas de volver a hacer deporte”. “Para los que estamos acostumbrados a hacerlo a diario, un parón como este es muy lesivo”, decía. Para acudir al centro deportivo es necesario pedir cita previa y ayer se agotaron todos los turnos.

También notó el cerrojazo Carmen Marcos, que a sus 82 años acudió a nadar 1.000 metros para paliar sus dolores de cadera. “Si la gente tiene miedo a venir a nadar, ¿cómo no lo van a tener a venir a votar?”, enfatizaba Marcos, que todavía no tiene su voto decidido, aunque “conozco más a uno que a otro”. Samuel Riesco y Héctor Fernández, que acuden cuatro o cinco veces por semana al gimnasio de la entidad, enfatizaban que “hay que venir a votar, porque hace falta un cambio en las instalaciones, para mejorarlas”. No obstante, aunque creen que la pandemia no va a influir demasiado en la participación, sí que entienden que “habrá gente que no quiera venir por miedo”.

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