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La campaña navideña, “nefasta” para la hostelería, alivia al pequeño comercio

“El gasto que no se hizo en fiestas de Nochevieja se destinó a más compras de Reyes”, asegura la Unión de Comerciantes | Otea cifra “en un 70 por ciento” el descenso de facturación en locales hosteleros por las restricciones del covid y el mal tiempo

Clientes en una terraza de la plaza de Los Campinos, ayer, primera jornada soleada en muchos días.

La campaña navideña recién concluida ha supuesto un alivio para el pequeño comercio gijonés, que pese a la pandemia del coronavirus cerró la temporada con una facturación similar a la de años anteriores, mientras que para el gremio de la hostelería fue “nefasta”, en términos de alguno de los afectados. La patronal hostelera asturiana, Otea, estima que de media se ha producido un descenso del 70% en la facturación de los locales respecto a la temporada navideña del año pasado.

Otea atribuye estos malos resultados fundamentalmente a las restricciones impuestas al sector por la pandemia del coronavirus, pero no sólo a ellas. El mal tiempo en las últimas semanas también explica parte del batacazo, al impedir en la práctica la asistencia de usuarios a las terrazas, que en los últimos meses se habían constituido como uno de los pilares para el sector. Prueba de ello es la gran afluencia a las terrazas que hubo ayer, día de Reyes, primera jornada del sol en muchos días.

Para la hostelería supone una situación que ha agravado la que ya vienen sufriendo debido a las restricciones, como el cierre a las once de la noche, lo que en muchos casos supone que apenas se puedan servir cenas, señala un portavoz de la patronal. Esto se ha hecho notar especialmente en una temporada como la navideña en la que otros años eran habituales las cenas de empresas, amigos o familiares por Navidad. Tampoco se han podido aprovechar las celebraciones de fin de año con cotillón o de la noche de Reyes. A todo eso se suma el cierre del susbsector del ocio nocturno, agregan.

Esa escasez de eventos ha repercutido en las tiendas. Desde la Unión de Comerciantes del Principado afirman que uno de los motivos de los buenos resultados que los pequeños comercios han tenido es que “el gasto que no se hizo en Nochevieja, se gastó en más compras para regalos de Reyes”, señala la gerente de la Unión, Carmen Moreno.

Los buenos resultados de la campaña navideña en el pequeño comercio no compensan pese a todo el quebranto económico que supuso para el sector los 80 días en los que los establecimientos tuvieron que estar cerrados el año pasado. Pero al menos se ha salvado la principal campaña de ventas del año. Además, destinaron a compras recursos que otros años iban a parar a comidas y celebraciones en la hostelería, otros factores que también influyeron positivamente en las ventas fue la decisión del sector de adelantar el inicio de la campaña navideña a principios de diciembre, para intentar evitar las habituales aglomeraciones que en años precedentes se producían con la cercanía de la festividad de Reyes. También hubo campañas institucionales del Ayuntamiento, el Principado y la propia Unión de Comerciantes animando a comprar en el comercio de proximidad, agrega Moreno.

Los comerciantes se muestran “muy agradecidos” con la respuesta de los gijoneses, que acudieron a hacer sus compras a los pequeños comercios, en palabras del presidente de la Asociación de Libreros de Asturias y propietario de La Buena Letra, Rafael Gutiérrez Testón. “La gente se volcó con las librerías de proximidad, incluso enviábamos clientes de unas a otras cuando no disponíamos del ejemplar que buscaban. Los clientes fueron muy respetuosos con las medidas de prevención, respetando las colas fuera del establecimiento”, agrega Testón.

En cuanto a la moda, los comercios no sólo han tendido una campaña de ventas similar a la de otros años sino que esperan que también sea exitosa la campaña de rebajas que hoy se inicia. “Mucha gente que compró para Reyes también preguntaba por la de rebajas”, señala María Rodríguez, propietaria de El vestidor de María y quien dice que hay que “cruzar los dedos” para que en las rebajas se repita lo acontecido en Navidad.

Carlos González, de Electrodomésticos La Casa, explica que también ellos han tenido un nivel de ventas similar al de años anteriores, si bien con la peculiaridad de que los clientes adelantaron las compras, en lugar de dejarlas todas para los últimos días. “Algunos las adelantaron al ‘Black Friday’, pidiendo poder cambiarlas en enero, porque era para regalos de Reyes. Otros años el día 5 acabábamos cerrando a las diez y media de la noche y este año fue como un día de ventas normal”, pone como ejemplo. Espera que el ritmo de ventas siga siendo bueno en enero, con las rebajas.

Un comerciante coloca un producto en el escaparate en la víspera de Reyes, en un negocio de la avenida de la Argentina, en La Calzada. Marcos León

“Hay días en los que la caja no supera los 100 euros”, lamenta un hostelero

El panorama en el sector hostelero pinta más negro. Roberto Mora, de la vinatería La Finita explica con tres palabras el resultado de la campaña navideña: “Nefasto, nefasto y nefasto”. Apunta que este año ha facturado un 30% de lo que ingresó las navidades pasadas. “Hay días en los que la caja no supera los 100 euros. Tengo un local pequeño, de 50 metros cuadrados, en el que sólo dispongo de cinco puestos para atender al tener que guardar la distancia de los dos metros. Si tengo suerte, en una mesa se sientan cuatro clientes, pero lo normal es una persona tomando un café o un vino. Cuando volvimos a abrir en junio, las ventas bajaron un 50% y ahora estamos peor”, señala.

Arturo Muñiz, del restaurante Casa Arturo, explica que en su caso “la facturación en comedor ha sido por debajo del 50%, han funcionado muy bien las comidas para llevar en Nochebuena y Nochevieja, no hemos tenido comidas de empresa y las comidas familiares con dificultades porque hay familias de más de cuatro y no todos están por venir a comer separados en dos mesas. Todo son dificultades, la barra no existe y la terraza interior que tenemos es lo que más funciona, pero con un aumento de gastos por que hay que calentarla”. El veterano hostelero gijonés agrega que para mayor contratiempo, el mal tiempo durante buena parte de las navidades hacía que escaseara el producto de calidad en las pescaderías o “que estuviera por las nubes”. En su caso no trabajan habitualmente con comida para llevar a domicilio, aunque sí lo han hecho en estas fiestas. En todo caso, “cinco meses cerrados son irrecuperables en una campaña”, explica.

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