Una de las salas de arte de mayor prestigio del Principado, la galería Gema Llamazares, hizo oficial ayer el relevo en la dirección de esta empresa familiar que ha destacado a lo largo de los últimos quince años por su atención a la creación contemporánea. Diana Llamazares, licenciada en Derecho de 40 años e hija de la fundadora, asume la rienda con el objetivo de atraer nuevos públicos y prestar cada vez mayor atención a la notable transformación de los lenguajes artísticos. En realidad, lleva colaborando con su madre desde 2005, así que no es ninguna recién llegada a un mundo complejo en el que los negocios locales han tenido que reinventarse tras la crisis económica de 2008. “Nada ha sido mejor que el aprendizaje en la misma galería y al lado de mi madre”, aseguró ayer la directora.
La galería de la calle Instituto, sala que ha mantenido un ambicioso programa de exposiciones con nombres destacados del arte español y asturiano, pasa a llamarse Llamazares. No es el único cambio que quiere introducir Diana Llamazares. Ha puesto en marcha una ambiciosa campaña de comunicación con una renovada imagen y una recién estrenada web. Y sin renunciar al legado de su madre: “Es un camino ilusionante de futuro en el que se fusionará el espíritu de trabajo, ética y coherencia que han caracterizado a la galería”.
Gema Llamazares ha cumplido los 65 años y dice que está lista para la jubilación. LA NUEVA ESPAÑA acaba de dedicarle dos entregas de la serie “Memorias”. “Echaré aún una mano porque aún soy socia de la galería”, dijo ayer. ¿Algún consejo a la flamante directora? “Nos llevamos francamente bien, pero Diana tiene que hacer su propio modelo de galería”, respondió.
Diana Llamazares cree también que ese modelo de sala de hace solo quince años están superado. Recuerda que empezó ensobrando catálogos, al lado de su madre, después de estudiar Derecho. Tenía 25 años: “Entré aquí sin saber nada de nada., pero mi madre fue siempre un referente”. “Las formas de comunicación han cambiado mucho y nos han tocado épocas difíciles, primero con la crisis y ahora con la pandemia (por el covid-19), aunque la galería ha sabido crecer y renovarse”, explicó la directora. Madre e hija trabajaron juntas, en los últimos años, en la creciente internacionalización de la sala gijonesa con la participación en ferias.