Todos tenemos claro que es recomendable acudir al dentista una vez al año, que es aconsejable hacerse analíticas cada doce o dieciocho meses y que llegados a cierta edad hay que hacerse ciertos cribados para descartar enfermedades graves. Pero, ¿cuándo debemos acudir al óptico? Parece que mucha gente sólo se acuerda del optometrista cuando tiene problemas de visión. Pero aquí, como en todos los ámbitos de la salud, la prevención es siempre fundamental. Como también lo es ponerse en manos de profesionales contrastados. En Gijón puede hacerlo en cualquier de los cuatro centros Opticalia (carretera del Obispo, 32; avenida Argentina, 46; calle Langreo, 9; Juan Alvargonzález, 35).

Ante la pregunta de cada cuánto tiempo deberíamos acudir al optometrista, evidentemente no hay una ciencia exacta para responderla. La frecuencia de las revisiones dependerá, fundamentalmente, de la edad. Por ejemplo, a los niños hay que revisarlos con mayor frecuencia, especialmente cuando comienza la edad escolar. Los inicios en la lectura y la escritura suelen ser un momento clave para detectar problemas de visión en los más pequeños.

¿Cómo se detectan? Si el propio niño no nos lo hace saber, a buen seguro nos dará alguna pista: acercarse mucho a la televisión, frotarse en exceso los ojos, acercarse demasiado al papel o, literalmente, meterse dentro de la tablet son algunos de los síntomas que deben hacernos acudir a nuestra óptica de confianza para una revisión a fondo. Los problemas de visión son muy frecuentes en niños con un bajo rendimiento académico.

Las personas mayores también deben acudir con mayor frecuencia al optometrista. Al menos una vez al año. Y es que con la edad no sólo se pierde visión. También aparecen algunas enfermedades que, de no detectarse a tiempo y derivarse al médico, pueden complicarse. Por eso, la visita a la óptica también servirá para prevenir patologías como la presión intraocular alta, que se asocia al glaucoma ocular, o las cataratas.

¿Y si tengo una visión buena, debo acudir al optometrista? Pues sí, es recomendable que acuda cada dos años. ¿Por qué? Porque, como decíamos antes, la cosa no va sólo de ponerse gafas. También es importante la prevención. En caso de que tras la revisión el paciente necesite gafas, también podrá hacérselas en Opticalia. El cliente elegirá la montura que más le guste y los optometristas ajustarán los cristales. Si prefiere usar lentillas, se le hará un estudio para que, si cumple los requisitos, pueda disfrutar de una nueva visión con ellas.

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