Solo se salvará Pelayo. El disfraz de la estatua situada en la plaza del Marqués será la única tradición que sobrevivirá al virus este año por el Antroxu. Será engalanada, en horario nocturno, y sin facilitar la fecha, para evitar la presencia de público. El plan de mínimos de la empresa municipal Divertia para que la fiesta se pueda celebrar con seguridad solo contempla esa actividad dentro de una programación en la que primará lo virtual, tanto para la animación de las charangas y del personaje “Agustín” –interpretado por Alberto Rodríguez– como para la participación ciudadana. Hasta la sardina estará “enlatada” y no saldrá de su residencia. Sin desfiles ni concursos ni ningún tipo de actividad que pueda suponer un riesgo, el Ayuntamiento de Gijón ha elaborado un plan para dotar de un pequeño atisbo festivo y seguro a la ciudad dentro de un par de semanas.

“No es el Antroxu que nos hubiera gustado organizar, pero es el que toca. Es un momento en el que debe primar la seguridad y tenemos la responsabilidad de favorecer una convivencia que garantice la salud de la ciudadanía”, dijo ayer Lara Martínez, gerente de Divertia. El Antroxu apenas tendrá manifestaciones por las calles. Ni siquiera se iluminará ni decorará el paseo de Begoña, una tradición en esta celebración, aunque el martes, día 16 de febrero, será fiesta local. Las actividades se retransmitirán por internet, en la web y en las redes sociales de Divertia. Las charangas participarán contando cómo viven este Antroxu peculiar y se mostrarán algunos vídeos de sus actuaciones pasadas. Estos colectivos, una tradición de la fiesta en Gijón, ya tenían asumido desde hace tiempo que no podrían participar este año, ya que la pandemia además no les había permitido reunirse para ensayar.

La participación ciudadana se remitirá a que los gijoneses puedan enviar sus fotos disfrazados y puedan conectarse en las redes sociales con la sardina desde su particular encierro. Una fórmula para que los vecinos puedan vivir de forma tranquila la festividad, cumpliendo con las restricciones habituales, y evitando que se produzcan aglomeraciones en la calle.

El desfile, el concurso de disfraces y el de charangas no se celebrarán este año. Algo que tenía asumido el Ayuntamiento desde hace tiempo. La previsión ha sido reducir al mínimo la actividad y reinventarse. A diferencia de la Cabalgata de Reyes, en la que sí se intentó buscar alguna fórmula para salvar esa festividad, en este caso, y debido también a que la ciudad está inmersa en la tercera ola, el Ayuntamiento ha querido ser muy prudente. El Antroxu fue el pasado año la última gran celebración y dentro de la “vieja normalidad” en Gijón, apenas un mes antes de la llegada del covid. El resto de actividades en la ciudad, en especial las veraniegas, se celebraron con medidas de seguridad y aforos reducidos.

La “R” del cartel, al revés, para un Antroxu patas arriba

Del viernes 12 al martes 16 de febrero se celebrará el Antroxu virtual de Gijón. El cartel de este año –a la derecha–, cuenta con el lema en asturiano “Esto nun ye l’Antroxu”, en el que la letra “R” aparece al revés, debido a que desde Divertia quieren transmitir la sensación de que el Carnaval se encuentra este año “patas arriba”, por la difícil situación de la pandemia. Ni la Sardina estará físicamente presente este año.