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“Sardi”, la sardina

“No estaba muy de las redes sociales, pero ya tengo las escamas listas para todo”

“Me quedé patidifusa cuando supe que no había Antroxu, me enlataron en un piso nada más salir del agua”

“Sardi”, la sardina del No Antroxu de Gijón vive confinada, o en su caso, enlatada

“Sardi”, la sardina del No Antroxu de Gijón vive confinada, o en su caso, enlatada ÁNGEL GONZÁLEZ

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“Sardi”, la sardina del No Antroxu de Gijón vive confinada, o en su caso, enlatada Pablo Palomo

“Sardi” nació en el Cantábrico y lleva dos días en tierra firme. Es la sardina del No Antroxu de Gijón, un carnaval raro que vive confinada, o en su caso, enlatada.

–¿Cómo le van las cosas ?

–Nerviosa, no estoy acostumbrada a que nadie venga a visitarme. Pero a distancia y con mascarilla sin problema, fío.

–¿Qué tal el Carnaval?

–Esto nun ye el Antroxu de Xixón. Pero estoy contenta porque estamos teniendo mucha acogida en el Instagram, en el Facebook y en la web del Ayuntamiento, que no me siento para nada sola. Estoy muy bien acompañada.

–Hombre, pero da todo como un poco de pena. ¿O no?

–Hombre claro, pero con este jaleo... ¿Pero tú sabes lo que es salir del mar? ¡Salir del mar con todo preparado para el Antroxu que llevaba un traje para cada día y que no se pueda celebrar!

–Debe ser duro.

–Claro, me han confinado en este pisín, que está muy bien, pero sí me prestaría por la vida, pero si no se puede, no se puede.

–¿Cómo se enteró de que no había Antroxu?

–Nada más salir del agua. Ya estaba casi seca y vino un montón de gente de Xixón, preguntando que qué hacía aquí. ¡Que no hay Antroxu! Me quedé un poco patidifusa, no sabía qué hacer. Me dijeron que me llevarían para un piso a hacer la cuarentena, porque al venir del mar no sabían si tenían el covid. Me enlataron. Y me enseñaron cómo se funcionaba con las redes.

–Suponemos que las sociales, no las otras.

–Sí, sí, no te creas que a mí las otras me prestan mucho.

–¿Bucea bien en las redes?

–Sí, pero al principio me costó. No estaba de ello, las redes sociales del mar son parecidas, pero no iguales. Pero ya hablé con gente por Zoom, con las comadres y ya tengo las escamas preparadas para todo lo que me venga.

–¿Le gusta la decoración de las estatuas?

–Sí. Tenemos muchos artistas entre los charangueros y charangueras.

–¿El entierro de este año cómo será?

–¿Qué entierro?

–Pues el entierro...

–No sé decir, a mí nadie me ha dicho nada. ¡Estoy fresca y viva! Estamos de Antroxu, como para hablar ahora de entierros.

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