Tras la quejas presentadas ante el Defensor del Pueblo en 2018 y 2019 por los problemas de contaminación en Gijón, la Federación de Asociaciones de Vecinos de la zona urbana (FAV) está dispuesta ahora a elevar una nueva denuncia si no se toman medidas con el principal foco de contaminación de ArcelorMittal, con los acopios de carbones en El Musel y con la ubicación de una estación oficial de control de la calidad del aire en el barrio de El Lauredal. Así se lo ha hecho saber la FAV a la alcaldesa, Ana González, en un escrito presentado ayer en el Ayuntamiento a través del registro de entrada de documentos.

En el escrito, la Federación vecinal apunta entre sus reclamaciones en materia de medio ambiente las cuatro que ahora mismo considera prioritarias y con las que, en el caso de que no les den una respuesta satisfactoria al respecto, irán al Defensor del Pueblo. La primera de ellas es la paralización de la actividad del sínter A de la factoría de Arcelor en Veriña hasta que concluya la obra del nuevo filtro de mangas de la instalación. Se trata de una obra que está avanzada y cuya conclusión puede ser cuestión de semanas, pero los vecinos no están dispuestos a aceptar que funcione la instalación mientras tanto.

La segunda reclamación puede tener un plazo más largo. La FAV reclama que se obligue a Arcelor a adelantar la instalación de un nuevo filtro en una de las chimeneas del sínter B, la más contaminante de todas. El Principado ha impuesto ese adelanto en el nuevo plan del aire para el oeste de Gijón, pero Arcelor pretende mantener el plazo anterior, que le permitía retrasar la puesta en servicio de ese filtro hasta el 1 de enero de 2025.

Ligado con esto, reclaman la “máxima celeridad” en la puesta en marcha de la estación oficial de control de la contaminación en El Lauredal, donde más se notan los efectos del sínter. Los vecinos también reclaman que se deniegue la autorización para el acopio de carbón en la explanada trasera de Ebhisa, en El Musel.