Portavoces de la Compañía de Jesús han reaccionado pidiendo perdón a la sociedad, por la condena por abusos del jesuita Jorge Enríquez Muñoz. El condenado, exdocente en el Colegio la Inmaculada de Gijón, abusó durante años de una alumna menor de edad, según recoge la sentencia. El delito habría comenzado cuando la menor tenía 12 años. El juez reconoce que hubo un abuso continuado, aprovechando una situación de superioridad, aunque sin violencia, intimidación o amenazas, por lo que impone al jesuita 7 años y tres meses de prisión y otras medidas accesorias.

La orden religiosa ha trasladado que respeta la decisión de los jueces y asegura que seguirá "acompañando, desde su nueva situación, a este jesuita", que será objeto, no obstante, de un proceso canónico que se interrumpió al iniciarse el proceso civil.

Por otro lado, piden perdón "por el dolor que un miembro de la Compañía de Jesús haya podido causar" y ofrecen su colaboración para “restaurar la dignidad de cualquier víctima de abusos”. En 2019, dos meses después de conocerse la denuncia, se apartó al religioso de sus cargos, trasladándole a un centro donde convivía con otros miembros de la Compañía que, por su edad, requerían especial cuidado.

El sacerdote y profesor mantuvo siempre que las relaciones eran consentidas, supuesto que la sentencia niega, en la línea de la declaración de la víctima que, trece años después, está en tratamiento psicológico. La Compañía recoge en su comunicado que la sentencia apunta a la "situación de superioridad" de la que el sacerdote se aprovechó, aunque no se apreció "violencia, intimidación o amenazas" contra la joven.

Destacan asimismo desde la orden religiosa que tienen en marcha una iniciativa denominada Sistema de Entorno Seguro (ES) en toda España, un sistema que cuenta con instrumentos para proteger a las víctimas y propiciar que sus instituciones sean espacios seguros.