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El acceso a Gijón sobre las vías causa dudas a los expertos por la incidencia en el tráfico

Los arquitectos reclaman un análisis global de la movilidad en el entorno y recuperar la entrada de la “Y” por Sanz Crespo desplazando la estación

La calle Sanz Crespo, con el viaducto de Carlos Marx y, tras él, la estación provisional de ferrocarril.

El nuevo vial que uniría la rotonda del final de la autopista “Y” con la avenida de Juan Carlos I, discurriendo sobre una losa ajardinada que cubriría parte de la futura estación intermodal de Gijón, en el caso de que se opte por la alternativa consistente en ampliar la actual estación provisional de Sanz Crespo, tal como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA, genera muchas dudas entre los expertos en arquitectura de la ciudad. El urbanista y vocal del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, Marcos Balbín, por ejemplo, abogó ayer porque se analice en su conjunto la reorganización vial asociada al proyecto del plan de vías, entendiendo como tal no solo la construcción de una estación intermodal, sino la supresión de la barrera ferroviaria que ahora divide la ciudad, incluyendo el tridente ferroviario que encorseta el polígono de Mora Garay.

En ese sentido, hay que contemplar la avenida sobre la losa incluida en ese proyecto en relación “con el resto de redes”, por ejemplo, con la futura conversión en vial urbano de la avenida del Príncipe de Asturias.

Todos estos asuntos, abundó, deben además analizarse en el Plan de movilidad de Gijón, valorando “cómo se accede a la ciudad, hasta dónde entran los coches y dónde se quedan poniendo aparcamientos disuasorios; no solo pensar en un nuevo viario, sino analizar una solución de conjunto; no hacerlo así sería un error”, señaló Balbín, quien agrega que en esa ecuación no solo debe pensarse en los coches, sino también en la movilidad peatonal, en bicicleta o patinete y en transporte público.

Balbín considera que por ese motivo “el Ayuntamiento está en la obligación de someterlo al plan de movilidad, para valorar las distintas alternativas” y tener en cuenta los “retos ambientales” de la movilidad en la ciudad.

No solo pide que se analice dentro del Plan de movilidad esa parte del proyecto del plan de vías, sino todo también los cambios en la movilidad asociados a los proyectos ferroviarios, el más relevante de los cuales para los arquitectos es la puesta en servicio del túnel del metrotrén y su prolongación hasta Cabueñes, seguido de la eliminación de la barrera ferroviaria, incluyendo unificar en un mismo canal las tres vías que actualmente atraviesan Mora Garay por lugares distintos. Dónde esté ubicada la estación intermodal es lo menos relevante para los arquitectos, siempre que cumpla su papel de intercambiador modal, planteándose incluso que se pudiera llevar a La Calzada, lo que facilitaría la supresión de la barrera ferroviaria.

Si Balbín muestra sus reservas a la espera de que se haga un análisis global, para su colega de profesión, Ramón Palat, no cabe duda de que la avenida planteada no es la solución adecuada para facilitar la entrada de los vehículos en la ciudad. Palat aboga por recuperar la vieja entrada de la “Y” por la calle Sanz Crespo, algo que es incompatible con aprovechar la actual estación provisional de ferrocarril, incluyéndola como parte de la futura intermodal. Recuperar la entrada por Sanz Crespo requeriría desplazar la estación y, en opinión de Palat, también sería conveniente “soterrarla lo más posible” lo que también haría innecesaria la losa. Con el proyecto planteado para ampliar la actual estación cubriéndola intermodal parcialmente con una losa y con un vial sobre la misma hasta la Avenida de Juan Carlos I, “no se salva la entrada de la autopista a la ciudad, que tiene que ser de frente”, opinó.

Al igual que Balbín, Palat considera también determinante que entre de una vez por todas en servicio el túnel del metrotrén y su prolongación hasta Cabueñes, para mejorar la red de cercanías de Asturias y también la movilidad en el interior de la propia ciudad. Eliminar el tridente ferroviario en Mora Garay es otra de las coincidencias.

El arquitecto Enrique Perea por su parte, apunta que la solución que se elija debe analizarse “en conjunto”, también en cuanto a los viarios y con el objetivo de poner en marcha el metrotrén y eliminar la barrera ferroviaria. “En el Colegio mucha gente ya opina que la intermodal tendría que estar en La Calzada”, agregó.

El vial propuesto “agranda” el problema de separación entre barrios, advierte Foro

El portavoz municipal de Foro Asturias, Jesús Martínez Salvador, opinó ayer que “parece que con el anuncio del nuevo vial, previsto en la opción de consolidar la estación provisional, para dar entrada a la ciudad por la ‘Y’ no hace otra cosa que agrandar el problema de la separación de los barrios. Las vías irán en superficie, sobre ellas una losa y sobre la losa este nuevo vial, la peor opción de integración ferroviaria posible”. Martínez Salvador agrega que “además, las vías acabarán en la estación con los andenes de larga distancia, ancho métrico, estación de autobuses y aparcamiento en superficie. No tendremos por tanto con esta opción ni soterramiento ni centralidad”, según el dirigente forista. Por su parte, la concejala del Partido Popular Ángeles Fernández-Ahúja preguntará en la próxima reunión de la Comisión Municipal de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, si la nueva propuesta ministerial para la intermodal repercute en el cronograma previsto para la entrada en servicio del metrotrén y de ser así cómo, o si por el contrario se mantiene inalterable el calendario de actuaciones para la puesta en servicio del túnel y las nuevas estaciones de cercanías lo jalonan.

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