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Los motivos de la dimisión del concejal de Cultura: un adiós fraguado entre tensiones y desafíos a medio gas

Tabacalera, la gestión de los comedores y la Campa Torres, entre los motivos que minaron la confianza interna hacia Alberto Ferrao

Ana González llega acompañada del edil Alberto Ferrao a un acto de homenaje a maestros jubilados de Gijón, en 2019.

Los trabajadores de la Fundación Municipal de Educación, Cultura y Universidad Popular recibían ayer en su correo electrónico un mensaje de su presidente: era su despedida. Alberto Ferrao les decía adiós horas después de anunciar también a sus compañeros del grupo municipal socialista que presentaba la renuncia a su acta de concejal. El acta que este profesor de carrera, comprometido con la memoria histórica y la llingua y experiencias en el ámbito de la cooperación internacional, había recogido el 15 de junio de 2019 en su calidad de número dos de la candidatura del PSOE. De hombre fuerte de la Alcaldesa.

En su adiós al personal municipal, Ferrao termina con un “son días tristes, complicados y complejos para mí, pero tengo claro que me llevo en mi mochila un precioso equipaje que recordaré cada día. Trabajar para mi ciudad en una labor conjunta con todos vosotros y vosotras me hizo sentir una persona tremendamente afortunada durante estos meses”. Oficialmente, el concejal se ha cogido unos días libres; los que faltan hasta que su renuncia se formalice ante el Pleno el próximo día 24. Es la primera baja en el actual equipo de gobierno.

Que la educación y la cultura son prioridades para el PSOE queda claro nada más abrir el programa electoral con el que González y su equipo se presentaron a las elecciones en 2019. Son los asuntos uno y dos del programa. Y que la educación y la cultura son dos asignaturas especialmente sensibles para la Alcaldesa lo evidencia su biografía personal, profesional y política.

Por ello en el ámbito de la cultura y la educación estaban algunos de los más importantes retos del mandato: elaborar una estrategia de ciudad educadora, duplicar las plazas en escuelas infantiles, abrir los comedores escolares a los institutos, crear una ventanilla única de la cultura, fidelizar públicos, impulsar alianzas con la Universidad... y sacar adelante la conversión de Tabacalera en un gran complejo cultural de ámbito nacional e internacional y motor de todo un plan para Cimadevilla con actuaciones en el Palacio de Revillagigedo y la conversión de la Casa Natal de Jovellanos en un Centro de la Ilustración. Ese era el trabajo que se colocó sobre los hombros de Ferrao.

El paso del tiempo y su forma de trabajar fue minando la confianza del núcleo duro del gobierno en la capacidad de su “número dos” para sacar adelante esos retos. Tabacalera fue crucial. El plan de usos elaborado de manera directa por él fue considerado muy pobre. Muy lejos de lo que se buscaba. Tanto que el proyecto pasó a estar en manos de Lara Martínez y Miguel Barrero, la gerente de Divertia y el director de la Fundación de Cultura. Dos personas de la máxima confianza de la Alcaldesa –Barrero fue su asesor antes de irse a la Fundación– que les acompañó durante la presentación del proyecto de Tabacalera como espacio de cultura contemporánea. Ferrao no estaba. Un gesto que el concejal y sus próximos consideraron evidencia irrefutable de que se le apartaba de su responsabilidad.

Era octubre de 2020. Las tensiones de Ferrao en su relación con Martínez y Barrero eran visibles en el día a día municipal. Igual que era evidente que su relación con la Alcaldesa no era de complicidad. Tampoco había ayudado que unos meses antes en el Pleno sus explicaciones, en nombre del PSOE, sobre el pasado franquista de la Universidad Laboral para rechazar que el inmueble optara a ser Patrimonio de la Humanidad hubieran generado un fuego que tuvo que salir a apagar la propia Alcaldesa con una manifestación en la plaza Mayor.

En el debe de Ferrao hay quien también coloca que le transfiriera a Servicios Sociales la patata caliente de los problemas en los comedores escolares, que ayudara a convertir en un problema mayor del que era la suspensión del Festival de Magia y que se desentendiera de la búsqueda de financiación para proyectos tan singulares como el de Campa Torres. En su haber se coloca su trato cordial con las entidades y con el personal a su cargo. Y su compromiso con la promoción de la llingua y con la memoria histórica.

Ferrao se sentía cada vez más apartado y él entendía que sin razón. Hace unas semanas adelantó a la Alcaldesa que pensaba renunciar. González le sugirió repensarlo. Uno y otro, eso sí, se dejaron claro cómo veían las cosas. El lunes por la mañana sus más cercanos ya sabían que se iba. Aún así la decisión final esperó a una reunión en Gijón con la secretaria de Organización de la Federación Socialista Asturiana, Gimena Llamedo. Tras la cita llegó el lacónico comunicado hablando de “motivos personales”. Para otros sólo era el episodio final de la crónica de una muerte política anunciada.

Los colectivos culturales: "El cambio nos hace partir de cero"

“Es un mal momento para el cambio. Nos hacer partir otra vez de cero”. Arlé Cortés, presidenta de la Sociedad Cultural Gesto, pone voz a uno de los pensamientos con los que coinciden los colectivos culturales de la ciudad tras la dimisión de Alberto Ferrao como concejal de Cultura. “Llega a mitad de mandato. Ferrao nos atendía siempre, trataba de buscar soluciones, aunque algunas cosas nos parecían sorprendentes”, explica Cortés. “El problema ahora es que hay proyectos parados y hay que volver a retomar las actividades culturales”, comenta Pedro Roldán, de la Sociedad Cultural Gijonesa. “Le tocó una época muy difícil de gestionar”, subraya. En el caso de Luis Rubio, del Ateneo Jovellanos, destaca su carácter “amable y receptivo”, aunque también añade que “nos reunimos poco, pero sí pudimos exponer nuestra problemática”.

Lo que sí tienen claro las entidades culturales es la necesidad de que el nuevo concejal de Cultural actúe rápido. “Estamos haciendo esfuerzos por mantener la actividad, es necesario tener ayuda municipal”, indicó Rubio. “Falta dar un poco más contenido a espacios públicos”, añadió Roldán.

En cuanto a los grupos de la oposición del Ayuntamiento, en Foro Asturias, Jesús Martínez Salvador achacó la marcha de Ferrao a la actitud de la Alcaldesa: “Tres dimisiones (un concejal y dos cargos de segunda línea)en menos de medio mandato hacen pensar que algo está fallando. No es de extrañar que si actúa igual con su equipo que con la oposición acabe sola en 2023”. José Carlos Fernández Sarasola, de Ciudadanos, indicó que esperaba que “muchos de los temas pendientes pudieran ver la luz y ahora es una incertidumbre”. Alberto López-Asenjo, del Partido Popular, recalcó “su voluntad de diálogo, aunque tuviésemos muchas discrepancias”. Por último, Laura Tuero, de Podemos, explicó que “la forma de gobernar ha de ser desde el diálogo en todos los ámbitos”. Mientras que Laura Hurlé, de Vox, indicó que la dimisión de Ferrao “nos ha cogido de sorpresa y desconocemos su motivación”.

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