Manuel Ángel Vallina Rodríguez, quien fuera en el puesto número 12 de la candidatura del PSOE a las elecciones municipales del Ayuntamiento de Gijón en mayo de 2019, ha aceptado asumir el cargo de concejal en sustitución del edil Alberto Ferrao, que presentó su dimisión el pasado lunes alegando “motivos personales” tras las constantes tensiones con otros miembros del equipo. La incorporación de Vallina no supondrá más cambios en la organización del gobierno local, ya que asumirá las mismas responsabilidades que Ferrao en el Consistorio: Educación y Cultura.

Vallina (Oviedo, 1978) es técnico en Prevención de Riesgos Laborales y está afiliado al PSOE desde 2004. Nunca ha ocupado ningún cargo orgánico dentro del partido y desde el comienzo de este mandato es consejero de Emulsa en representación del Grupo Municipal Socialista. La dimisión de Ferrao se hará efectiva en el Pleno municipal del próximo día 24 de marzo, pero Vallina aún tendrá que esperar para tomar posesión del cargo a la sesión plenaria de abril, de acuerdo a los tiempos que marca la Junta Electoral Central.

Alberto Ferrao, funcionario de carrera en el cuerpo de maestros desde 1997 y maestro de aulas hospitalarias antes de incorporarse al Ayuntamiento, fue el número dos de la candidatura de Ana González. Sus competencias se centraron en las áreas de Educación y Cultura, con las presidencias de la Fundación Municipal de Cultura y de la empresa municipal Divertia. Y también estaba al frente del Consejo Escolar Municipal y del Conseyu Asesor de la Llingua Asturiana.

Tras su dimisión, que ya venía rumiando desde hace semanas, obedecería a desencuentros con miembros del equipo de gobierno y a su falta de protagonismo en las áreas que en su día se le encomendaron, teniendo en cuenta además que partía como uno de los hombres fuertes del gobierno. En los últimos tiempos, permaneció al margen de algunos de los proyectos más singulares de su concejalía, como en el caso de la reforma de Tabacalera, y se vio envuelto en polémicas como la defensa ante el Pleno de la posición del PSOE en contra de promocionar la Universidad Laboral como patrimonio de la Humanidad por su “pasado franquista” o la mala organización de los comedores escolares. Serían estas cuestiones y las tensiones internos los que generaron en Ferrao un descontento que acabó con la primera renuncia del gobierno local de Ana González.