El comité de empresa de la terminal de minerales de El Musel, Ebhisa, ha dado el primer paso para presentar un conflicto colectivo en los juzgados de lo social contra la modificación de la jornada laboral aplicada por la compañía con el rechazo de la parte social. Se trata de una vía, la jurídica, que se solapa con la presión mediante una convocatoria de huelga indefinida, a partir del jueves de la próxima semana por reivindicaciones laborales de distinta índole, pero con el trasfondo de la conflictividad por la modificación de la jornada laboral en la terminal por la que descargan sus materias primas Arcelor y la térmica de Aboño.

La nueva jornada laboral en Ebhisa comenzó a aplicarse de manera unilateral por la empresa el pasado 21 de marzo. Hasta entonces, se trabajaba a tres turnos, mañana, tarde y noche. El nuevo sistema consiste en turnos fijos de trabajo de mañana y de noche con un retén de trabajadores disponibles para trabajar por las noches cuando haya barco en el muelle. La drástica caída de los tráficos en Ebhisa, tras el cierre de la mayor parte de las centrales térmicas de carbón que descargaban su materia prima por la terminal, está en el trasfondo de esta decisión de la empresa, si bien el comité cuestiona por escasas las cifras de 7,5 millones de toneladas de previsión que la empresa les da para este año.

Representantes de los trabajadores y de la empresa han sido convocados para el miércoles por la mañana en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC), dado que el intento de negociación es preceptivo para poder interponer posteriormente la demanda en los juzgados de lo social. Esta reunión ha sido convocada para las diez de la mañana y media hora después hay otra en el SASEC por un segundo conflicto colectivo interpuesto esta vez por la sección sindical de CSI, que ha convocado una huelga adicional a la del comité de empresa, entre los días 19 y el 22, coincidiendo con un juicio por la no conversión en indefinido de uno de los 7 trabajadores a los que les concluyó el contrato como relevistas de prejubilados. La CSI sostiene que se trata de despidos.

En cuanto al cambio de jornada laboral, el rechazo viene derivado de la reducción salarial aparejada y del no conocer con antemano qué semanas del año estará de retén cada trabajador.