El Ayuntamiento de Gijón se encargará de notificar a todos los organismos públicos, y a todas las grandes empresas de suministros que pueda, el cambio de denominación de la actual avenida de Juan Carlos I, que pasará a llevar el nombre del exalcalde José Manuel Palacio. Es una de las actuaciones a las que se ha comprometido el gobierno para minimizar las molestias a los vecinos que se vean afectados por una decisión que la Junta de Gobierno oficializará en unos días, con el aval de peticiones ciudadanas en cada uno de los dos sentidos, y a la que se opone toda la bancada del centroderecha municipal.

“No vamos a negar que un cambio de denominación genera inconvenientes y por eso vamos a hacer esas notificaciones. A todos los organismos oficiales y entidades posibles; lo que no podemos es ver con quien tiene contactos o contratos cada persona”, explicaba ayer la portavoz del gobierno, la edil socialista Marina Pineda. La concejala, que también es la responsable de Hacienda, concretó que no hay previsión de dar ninguna ayuda o compensación económica a los afectados. Y minimizó los posibles costes para los residentes. “Un cambio así no supone ningún coste”, aseguró, poniendo como ejemplo la obligación de cambiar el carné de conducir. ¿Y para los comercios? “Bolsas ya no hay casi y en la papelería lo habitual es agotar la que se tiene antes de cambiarla”, matizó

Cuantificar el coste económico de este cambio en el callejero local es, precisamente, el objetivo de una iniciativa que Vox llevará al Pleno. La batería de preguntas de Eladio de la Concha busca saber si se ha cuantificado el importe de los gastos de la nueva señalización de la avenida “tanto en la parte que debe asumir el Ayuntamiento como en la que tendrán que incurrir las empresas y particulares y queremos saber si hay previsto arbitrar algún tipo de ayuda”. Vox rechaza el cambio de nombre por su carácter ideológico pero también por llegar en un momento inoportuno por la crisis del covid-19.