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Los comerciantes lamentan los pocos ingresos del programa "Mi barrio": "Lo usa poca gente"

Cerca del 50 por ciento de los beneficiarios de la ayuda social no gastaron ni un euro en el pequeño comercio, advierte la Unión de Comerciantes

Elsa Álvarez, dependienta en una zapatería de la calle Uría. Marcos León

Más de la mitad de los 1.109 beneficiarios del programa de ayudas “Mi barrio” o no han podido gastar el dinero o solo gastaron cien euros. Y todo porque algunas de las cantidades destinadas, al ser directamente ingresadas en las cuentas bancarias de los interesados, se esfuman para pagar deudas y descubiertos. Los datos los ofrecieron ayer la presidenta y la gerente de la Unión de Comerciantes, Sara Menéndez y Carmen Moreno, pero le ponen cara algunos de los comerciantes adscritos al programa, como Elsa Álvarez, que regenta una zapatería en la calle Uría, o Ignacio Maniega Rubio, el dueño de una óptica de la misma vía. “Lo está usando muy poca gente”, lamentan.

Según los datos que manejan, hay 419 personas, el 45 por ciento del total, que no han podido usar el dinero que les correspondía para hacer compras. A esa cifra hay que sumarle otras 83 personas que tan solo gastaron 100 euros. “No es por falta de comercios, hay más que otros años. No se tuvo en cuenta al partner bancario en la gestión de las ayudas y lo advertimos desde el primer momento”, afirma Menéndez, que ayer recibió la visita de concejales de Podemos y del Partido Popular. “Ya en Navidad detectamos cinco casos de personas que al ir a pagar no tenían dinero porque los bancos se lo habían quedado para descubiertos”, abunda Moreno, que afirma que desde la Fundación de Servicios Municipales se les dijo que eran “casos puntuales”.

Juan Guerra, en su tienda de electrodomésticos. Marcos León

El problema afecta también a los comerciantes adscritos al programa. “La experiencia está siendo regular. Lo notamos muy flojo. En otras convocatorias venía mucha más gente a comprar”, puntualiza la zapatera Elsa Álvarez. Del mismo gremio y de la misma opinión es José Arconada, cuya tienda está en la calle Instituto. “Nuestra tienda está especializada en gamas altas, pero funcionó al principio y dejaron de venir. No sé cuál es la causa del problema”, añade. “Solo usaron tres personas”, añade Ignacio Maniega.

No todas las experiencias están siendo negativas. Juan Guerra, que regenta una tienda de electrodomésticos en la calle Uría, está contento con el programa. “A nosotros nos está funcionando bien. Tenemos un flujo constante, aunque hay cosas que se pueden mejorar si hubiera más comunicación con los comerciantes”, postula.

Manolo Somoano, en su tienda de deportes. Marcos León

La Unión de Comerciantes reclama ampliar el plazo para gastar las ayudas, que expira en mayo y exigen una solución. “Las tarjetas precargadas siempre funcionaron bien”, añade ambas dirigentes, que también se fijaron en el desembarco de Amazon en Siero. “Supondrá menos ventas y más desempleo”, zanja Carmen Moreno.

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