El edil de Movilidad, Aurelio Martín, abrió ayer las puertas de su concejalía a las empresas de alquiler de patinetes eléctricos para analizar las opciones de futuro en la gestión de ese servicio. Las firmas que ahora mismo operan en la ciudad rechazan la idea municipal de que haya un solo operador. “Yo no tengo ningún problema en hablar con las empresas”, dejó claro el concejal de gobierno.

Pero también dejó otros dos asuntos claros. “Queremos una ciudad organizada, no con cinco empresas de alquiler y dos mil patinetes por todos los lados. No vamos a permitir que la ciudad sea un caos en ese aspecto”, dijo en primer lugar. “Esto no es Madrid ni Barcelona. Tengo muchas dudas de aquí haya negocio para más de una empresa”, añañdió después.

Martín destacó que las futuras concesionarias tendrán que asumir una importante inversión. No sólo en la compra de los patinetes que oferten para su alquiler sino en el desarrollo de las estaciones donde deben colocarlos y cuya ubicación definirá el Ayuntamiento a lo largo de la zona centro y los distintos barrios. Ahora mismo hay dos firmas realizando este tipo de negocio en la ciudad. Al Ayuntamiento han llegado peticiones de interés de siete. Una de ellas con una propuesta de 400 patinetes.

Otro de los peros de las empresas de alquiler de patinetes tiene que ver con la obligación que impone la nueva ordenanza de movilidad de llevar casco a los usuarios de vehículos de movilidad personal (VMP) cuando circulen por la calzada. Tanto Reby como Hi Mobility descartan implantar el casco en sus vehículos por dificultades técnicas e informáticas. “La obligación es individual de quien va en el patinete, no de la empresa. Hay que llevar casco. ¿Qué las empresas consideran no facilitarlo ellas? Están en su derecho”, sentenció Aurelio Martín.

La obligatoriedad del uso del casco en VMP es uno de los ejes de la campaña informativa sobre la ordenanza de movilidad que se pondrá en marcha en unos días. “Es un medio especialmente inseguro e inestable”, concretó el edil. Este tipo de vehículos, además, puede alcanzar velocidades superiores a una bicicleta. En la ordenanza se les permite llegar a los 30 kilómetros.