Investigación abierta en Gijón por la muerte de un niño de casi 2 años que falleció el pasado domingo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y cuya autopsia reveló una serie de daños internos que la Policía Nacional trata ahora de esclarecer. Las pesquisas se encuentran secretas, y la familia del menor, “destrozada” por la inesperada pérdida del pequeño, que será despedido este mediodía en un funeral en la capilla del tanatorio del Jardín de El Lauredal, donde está siendo velado.

El aviso a la Policía Nacional llegó desde los servicios sanitarios tras el deceso este pasado domingo del niño, que presentaba lesiones internas a las que se trata de dar ahora una respuesta. Las labores están enfocadas a conocer los últimos días del niño, entrevistando a todas aquellas personas que tuvieron contacto con el pequeño. De las labores se encargan agentes del grupo de Policía Judicial.

La Policía Nacional ha confirmado que las actuaciones se encuentran bajo supervisión judicial y tiene carácter reservado por lo tanto. "Dada la transcendencia de los hechos, los trabajos policiales se están llevando a cabo con la máxima discreción y respeto al dolor de la familia", indican los portavoces de la institución armada.