Contentos, pero no mucho. Los vecinos de Perchera, si bien aplauden los refuerzos aprobados para el centro de salud –que, tal y como publicó ayer LA NUEVA ESPAÑA, estrenará en días su nueva área Pediátrica en el centro Avelino González, sumará un médico de familia y dotará a su segundo pediatra con la jornada completa–, entienden que hasta que la ampliación de Cabueñes no permita su traslado definitivo al vecino centro de Pumarín todo lo demás serán “parches”.

María Jesús, ‘Susi’, Martínez, presidenta de la asociación vecinal Santiago, de Nuevo Gijón, explica que “parte del refuerzo es más bien una devolución”. “El pediatra que nos ponen a jornada completa estaba a media jornada ahora, pero a completa hace diez años. Nos están dando lo que nos quitaron”, asegura. En cuanto a la dotación de un médico de familia más, que dejaría al centro con una plantilla de diez y dotado para poder formar a residentes, Martínez también muestra sus dudas. “No sabemos cuándo va a ser y, bueno, es también un parche. Queremos que nos dejen ver de una vez el plan de la ampliación y ser partícipes. El de ahora es claramente pequeño”, critica. También Luis Lozano, vocal de la asociación de vecinos de El Polígono, explica que entiende como “un parche insignificante” los refuerzos y que el centro, que acabará trasladándose al completo al de especialidades Avelino González de Pumarín, “tendría que hacerse de una sola vez”.

Foro, por su parte, anunció ayer que apoyará las futuras protestas de la federación vecinal si la reagrupación de los centros de salud en horario de tarde se mantiene. Esta advertencia de Manuel Cañete surgió tras unas declaraciones del director de Salud Pública de Gijón, Óscar Veiras, que explicó en este diario que cerrar siete de los once centros, al permitir reagrupar al personal y aunar atención presencial con domicilios, “está funcionando”.