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Parte del suelo de Graham, hipotecado por la deuda de 1 millón con la Seguridad Social

La empresa, que ha solicitado su liquidación, lleva seis meses sin abonar las nóminas a los trabajadores que fue recuperando del ERTE

La nave de Graham Corporate en el Alto de Pumarín. | Juan Plaza

Graham Corporate, la última denominación de la empresa que posee la antigua fábrica de amortiguadores de Tenneco (que durante años se llamó Vauste Spain), tiene hipotecada a favor de la Seguridad Social un tercio de su nave en el Alto de Pumarín para hacer frente a una deuda que, con intereses ronda el millón de euros. Se trata de una deuda generada con posterioridad a la entrada de la sociedad en concurso de acreedores en junio de 2020. Graham ha solicitado este mes al juez la liquidación de la empresa al no poder hacer frente a los pagos comprometidos en octubre del año pasado con los acreedores, un convenio que entonces permitió a sus propietarios levantar el concurso de acreedores y recuperar la gestión de la empresa.

Para otorgar esa hipoteca a favor de la Seguridad Social, los propietarios de Graham tuvieron que renunciar a parte de la garantía que tenían sobre el conjunto de la nave y terrenos de la fábrica de amortiguadores del alto de Pumarín. Una hipoteca que había sido constituido previamente a favor de otra firma vinculada al dueño de Graham, NMR Energía 1977, a cambio de una linea de crédito por 3 millones de euros que esta empresa había concedido a favor de Vauste, de los que se consumieron 1,07 millones de euros.

La nave y los terrenos de Graham en el alto de Pumarín, su activo más apetecible en un proceso de liquidación, están escrituradas sobre tres fincas, una de las cuales es la que se hipotecó a favor de la Seguridad Social después de que durante meses la empresa achacara a embargos sobre sus cuentas de esta administración de los problemas para pagar los salarios a sus trabajadores.

Actualmente la empresa que ha solicitado la liquidación lleva seis meses sin pagar las nóminas, desde el pasado mes de febrero. La empresa dejó de pagar las nóminas el pasado mes de febrero, algo que afecta a los 14 trabajadores que han tenido ocupación durante todo este tiempo o parte del mismo. Además tampoco ha abonado las pagas extraordinarias y las vacaciones al conjunto de la plantilla, tal y como había pactado con la parte social cuando se aprobó el ERTE.

El acuerdo con los acreedores que alcanzó en octubre del año pasado fue precedido de un ERE para despedir a 60 trabajadores y de una regulación temporal de empleo de los 70 que permanecieron en plantilla que comenzó en septiembre de 2020 y que está prorrogada hasta septiembre de este año. No todos siguen en la empresa, cuya plantilla actual es de 65 trabajadores, parte de los cuales han tenido ocupación durante estos meses.

El convenio pactado con los acreedores en octubre del año pasado era satisfactorio para los mismos al contemplar sólo un aplazamiento en el pago de las deudas, que Graham se comprometía a abonar en su integridad. Cuando entró en concurso, la sociedad contaba con un pasivo de 8,41 millones de euros, de los que 5,29 son créditos ordinarios. Además de la fábrica propia de amortiguadores en el Alto de Pumarín, Graham también tiene alquilada una nave en el polígono de Porceyo con maquinaria propia para fabricar piezas mediante la inyección de aleaciones de magnesio.

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