“Había ganas de fiesta”, exclamaba ayer Gloria Sánchez, miembro de la asociación de vecinos “Santo Tomás” de Granda, una parroquia que ayer puso el broche de oro a los festejos de Santa Ana con bailes regionales, una procesión por las calles del pueblo y una gran alborada para los más madrugadores. Los vecinos pudieron aparcar, al menos por un día, su preocupación por la futura estación de la ITV y dedicaron la jornada a pasárselo de la mejor manera posible en uno de los pocos eventos festivos que ha deparado este año el calendario de festejos tradicionales gijonés.
Otra vez condicionados por la pandemia, los vecinos de Granda no quisieron perder la ocasión de pasar un buen día. El programa festivo ha sido largo, ya que arrancó el pasado martes con el pregón del grafitero César Frey, que ayer culminó su obra en el Lavaderu de la parroquia. “Quería que se integrara en el espacio y que el hombre que he retratado pudiera ser cualquier vecino del pueblo”, explicó el artista, tras inaugurar su obra. Además, hubo durante toda la semana un puesto de venta de camisetas que tuvo gran éxito, ya que se vendieron más de 200 prendas y en algunas tallas se agotaron las existencias.
Respecto a la alborada, los vecinos emplearon algunas carrozas que ya desfilaron el año pasado. La novedad de este año fue la carroza de “La Grandona” y que los vecinos marcharon con un ramo de cosas de la huerta, así como con dulces típicos donados por los residentes. Unos dulces que hoy se rifarán entre los socios de la asociación de vecinos, coincidiendo con la entrega del bollo preñado y de la tradicional botella de vino.
El concejal de la zona Rural de Gijón, José Ramón Tuero, estuvo ayer presente en las celebraciones. “Estas fiestas son una alegría porque en muchas parroquias no ha habido nada todavía y aquí en Granda se animaron. Es una satisfacción ver a la gente sonreír, bailar”, aseguró el edil. Vicente Fernández, otro vecino, recordó lo “atípico” de la cita. “No hay verbena, pero hicimos la alborada, la ofrenda y la decoración del pueblo”, explicó. “Con Santa Ana se consigue enraizar un sentimiento, es muy emotivo que todo el pueblo decida participar, que las casas se engalanen para la ocasión”, agregó.
La jornada de ayer también tuvo su vertiente religiosa con una misa en la parroquia de Santo Tomás, a cargo del sacerdote José Vicente Álvarez “Donvi”. Además, hubo bailes tradicionales a cargo de los grupos folclóricos “Trebeyu” y “Ruxidero”, de Mieres, que pusieron la nota musical a la fiesta.