“La ley obliga a todas las administraciones a promover la tauromaquia. Deben proteger y promover los espectáculos taurinos”. Esta es la tajante posición de los juristas del mundo del toro acostumbrados a mantener pleitos con ayuntamientos que, como en el caso de Gijón, han intentado impedir la celebración de corridas de toros en sus territorios. “No pueden discriminar la tauromaquia ni impedirla. Al contrario, la ley 18/2013 por la que se declaró la tauromaquia como Patrimonio Cultural de España, que afecta a todo el territorio nacional, obliga a promocionarla”, defiende Lorenzo Clemente, presidente de la comisión jurídica de la Fundación del Toro de Lidia, que está a la espera de que el Ayuntamiento de Gijón pase de las palabras a los hechos para, en el momento que niegue la prórroga a Carlos Zúñiga, llevar a los tribunales al Consistorio. “Esa ley no impide que se prohíban, va más allá, obliga a que se incentive y promueva”, añade, por su parte, el abogado sevillano Joaquín Moeckel, especialista en asuntos taurinos.
Los expertos coinciden en que “siempre se ha considerado nulo” cualquier ataque a la tauromaquia. Lo intentaron, por ejemplo, “en Palma de Mallorca, que se declaró ciudad antitaurina y se anuló, porque se entendía que no pueden mostrarse en contra de una actividad que la ley obliga a promocionar”, expone Clemente. Y cita otro ejemplo. “En Villena, Valencia, un empresario solicitó la plaza para organizar corridas de toros y el Ayuntamiento se lo denegó porque no querían toros. Tanto el Juzgado Contencioso-Administrativo como el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana lo declararon nulo, no podían negarse”, detalla el experto de la Fundación. De hecho, si Carlos Zúñiga, al margen de contrato, solicita alquilar la plaza tres días en agosto “no podrían negarse, porque no pueden discriminar a la tauromaquia”, confirma.
En la misma línea, más contundente, se ha mostrado Joaquín Moeckel. “La Alcaldesa ha querido su minuto de gloria y le ha venido muy bien la tauromaquia. Se debe respetar a todo el mundo, porque los que no quieren ir a los toros que no vaya, pero ahora los que sí quieren no pueden hacerlo. Es un problema de libertad”, apuntó el letrado.
La Alcaldesa de Gijón sobre los toros: "No me retracto y no prohíbo la feria, pero decido que la plaza se use para otras cosas"
Por su parte, desde la Fundación del Toro de Lidia, en una carta enviada por Victorino Martín, su presidente, a Ana González se instaba a la regidora a rectificar, al comparar su decisión con Afganistán. “Contra el totalitarismo ideológico y cultural”, valoró. Victorino Martín, que tal y como anunció ayer en LA NUEVA ESPAÑA, tomarán medidas legales en contra de la decisión.
A esas críticas taurinas se sumaron más formaciones políticas, que inciden en la misma línea. “Quien se molesta por el nombre que le dan a un toro es que tiene pocas cosas que hacer. La mejor acción legal que podemos llevar a cabo todos los vecinos de Gijón es expulsarla del Ayuntamiento cuanto antes”, pronunció ayer Ignacio Blanco, líder de Vox en Asturias. “Ha hecho lo mismo que con el anillo navegable, que suprimirá por motivos ecológicos absurdos, cuando es mucho más importante la actividad de los vecinos en el río Piles y la vida deportiva de la ciudad”, añadió, por su parte, el diputado nacional José María Figaredo, ambos durante su visita ayer a la Feria de Muestras.
Manzanares le pide a Miquel Iceta “las medidas legales pertinentes”
José María Manzanares, que toreó el pasado sábado en El Bibio, exigió ayer a la alcaldesa Ana González que de marcha atrás en su decisión de dar carpetazo a la feria taurina de Begoña y solicitó a la Fundación del Toro de Lidia y al ministro de Cultura, Miquel Iceta, a que “tomen las medidas legales correspondientes”. Manzanares cargó contra la primera edil y recordó que los “toros no son mascotas” a los que “se les pone el nombre por cuestión de gustos” sino que “los toros al nacer deben adquirir el nombre de sus madres para preservar la trazabilidad genealógica”. “González deja en evidencia su arbitrariedad. Tiene una intención censora y prohibitiva”. David Fandila “El Fandi”, un habitual de El Bibio y peña en Gijón, reclamó a la regidora “una rectificación”. “Es vergonzoso y de poca ética moral prohibir la tauromaquia por dos nombres de dos toros”, concretó. “Los nombres se heredan. Hay gente que trabaja en el campo, que se dedica en cuerpo y alma, por mantener una especie”, puntualizó. “Antes de soltar burradas, hay que informarse. La tauromaquia no es de izquierdas ni de derechas. Es del pueblo”, clamó. El peruano Roca Rey dijo que se declara “defensor de la igualdad entre hombres y mujeres” y que está “sensibilizado con las personas del continente africano”. “Son problemas que no deberían ser usados en un debate que no corresponde”, dijo.