Los tres acusados por el asalto al lagar de Sidra Menéndez, en Fano, en el verano de 2018 defendieron esta mañana su inocencia a través de sus abogados, mientras que el Ministerio Fiscal mantuvo su petición inicial de siete años de cárcel para cada uno por entrar a robar de forma violenta y agredir a la familia de lagareros. “No hay huellas, ni vestigios... no hay ninguna prueba, como mucho son indicios”, verbalizó hoy uno de los abogados a la conclusión del juicio, en el que la jueza impidió la entrada a los medios de comunicación. Las víctimas del violento robo, por su parte, no se personaron ayer a declarar como testigos.
Los tres procesados viajaron desde la cárcel de Picassent para asistir físicamente a la vista oral, que tuvo que suspenderse en varias ocasiones por la incompatibilidad del sistema de viodeollamadas. Dos de los acusados se acogieron a su derecho a no declarar, mientras que el tercer procesado negó su implicación en el asalto por medio de una traductora de rumano. Los letrados de los tres desviaron la responsabilidad del robo hacia otras personas, vinculadas a esa banda itinerante de la zona de Levante dedicada al robo con violencia en viviendas habitadas.
Además, hasta 13 agentes de la Guardia Civil dieron su testimonio por su implicación en este caso que conmocionó a la zona rural por la violencia con la que actuaron los integrantes de esta banda en varias viviendas de Gijón y Villaviciosa. En el caso de Sidra Menéndez agredieron a uno de los moradores, ataron de pies y manos a todos y hasta les amenazaron con cuchillos de grandes dimensiones. Tras revolver por todas las habitaciones, se llevaron un botín de 8.500 euros además de joyas. Un reloj y unos pendientes que encontraron a este grupo criminal pertenecían a la familia afectada. Falta determinar sin en el asalto participaron estos tres individuos. El juicio quedó visto para sentencia.
