Más “carriles 30” en el centro de la ciudad y menos en la zona rural y en determinados barrios en los que el transporte público corre riesgo de perder competitividad. Así se pueden resumir las modificaciones aprobadas por la concejalía de Medio Ambiente y Movilidad para el mapa de velocidades del tráfico en Gijón. Su objetivo principal, según detalló ayer el concejal del ramo, Aurelio Martín (IU), pasa por la “pacificación” y la mejora de la seguridad en las calles. “No tiene nada que ver con las multas que se han impuesto”, afirmó el edil.
El nuevo mapa incluye diez calles del centro de la ciudad que tenían permitida hasta ahora una velocidad máxima de la circulación de 50 kilómetros por hora y que pasan a estar limitadas a 30 kilómetros por hora. Se trata de Munuza, Los Moros, Jovellanos, San Bernardo, Domínguez Gil, Cabrales, plaza de los Jardines del Náutico, Capua, Marqués de Casa Valdés y plaza del Carmen. La misma medida se aplica, ya en la zona de Fomento, en las calles Marqués de San Esteban y Rodríguez San Pedro, así como en Manso, Emilio Tuya y Menéndez Pelayo, las tres en el área de La Arena. La reducción de la velocidad máxima permitida también llegará a El Polígono, concretamente a las calles Puerto de Leitariegos, Puerto de Somiedo y Puerto del Pontón.
Por contra, las calles que ven incrementada la velocidad máxima autorizada de 30 a 50 kilómetros por hora se ubican en Viesques, la zona rural, el área sur y La Calzada.
En el caso de Viesques se trata de la carretera de la Coría, la avenida Mar Cantábrico, la avenida Albert Einstein y las calles Gloria Fuertes, Corín Tellado, Poeta Ángel González y Anselmo Solar. En la zona rural se levanta la mano en la N-632, la travesía de La laboral, la avenida del Jardín Botánico, la carretera del Piles al Infanzón, la carretera de la Providencia al Infanzón y la carretera de la Providencia. Lo mismo sucederá en las carreteras Carbonera y de Ceares y en la avenida de Los Campones, por lo que respecta a la zona sur, y en la avenida de Manuel Palacio, calle Agustín Argüelles, carretera de Avilés y avenida de Eduardo Castro, todas en La Calzada.
Martín hizo incidencia en que la rebaja de la velocidad máxima permitida resulta “fundamental” en materia de seguridad vial. En este sentido, apuntó que reduce en hasta un 80 por ciento el riesgo de fallecer por atropello. Aunque el edil desligó por completo los cambios que se van a introducir de las multas impuestas, en la comisión del ramo celebrada esta misma semana se informó de que han sido 4.734 las sanciones tramitadas por superar los 30 kilómetros por hora desde que se redujo el límite de velocidad el pasado 1 de junio. Son, por tanto, 45 multas al día, con datos hasta el 13 del presente mes.
Tanto el PP como Foro criticaron “la dejadez y la falta de planificación” que aprecian en estas estrategias de movilidad, algo que Aurelio Martín negó de forma taxativa. “La oposición dice una cosa un día y lo contrario al día siguiente. Tan pronto piden que se baje la velocidad en algunas zonas de Gijón como preguntan por qué se ponen multas”, señaló el concejal en un receso de la sesión plenaria celebrada ayer.
Además de a estos cambios, Aurelio Martín también se refirió a la reunión que esta tarde celebra la comisión de trabajo sobre la reforma del Muro. El concejal quiso dejar claro que el objetivo es llegar a “una peatonalización máxima de la zona, como ya se preveía en 2002”. “Lo que se debate es el cómo y el cuándo, pero no el objetivo, ya que el Ayuntamiento aspira a peatonalizaciones en el Muro y en los paseos marítimos”, precisó el edil de Movilidad.
