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Surf para todos en San Lorenzo

Una veintena de jóvenes con diversidad funcional disfrutan con las olas en una jornada deportiva organizada por EDP: “Nos da libertad”

Los monitores y los jóvenes de la asociación Alarde participantes en la jornada de surf inclusivo en la playa de San Lorenzo. | Ángel González

Sam Daly nació en Irlanda, pero vive en Gijón desde 2001. Tiene 20 años y su tío Fidel es un experto surfero curtido en las olas de Salinas, como él. Lo que más le gusta de subirse a la tabla es la sensación de vértigo y velocidad que le provoca domar el mar. El joven fue ayer uno de los 20 integrantes de la asociación Alarde para personas con diversidad funcional que participaron en una jornada de surf inclusiva impulsada por EDP. “Hacer surf me da libertad”, explica el joven.

Por la izquierda, Sam Daly junto a su monitor, Daniel Peláez. De fondo, la clase de surf en el arenal gijonés. | Ángel González

Esta iniciativa surgió por parte de EDP el año pasado en Portugal. Esta vez, la compañía decidió trasladarla también a otros países. La actividad se llama “EDP Surf for tomorrow” (en inglés “surf para el mañana”) y se enmarca dentro de la campaña “Changin tomorrow now” (“cambiando el mañana, ahora”). Además de Alarde, participó la escuela Skool Surf y Kalma Yoga. La jornada fue agradable, por el buen tiempo. Los 20 inscritos se dividieron en dos grupos de diez, de tal forma que, mientras unos surfeaban, otros hacían actividades en tierra.

Elena Iglesias es la responsable de Identidad corporativa y eventos de EDP en España y ayer estuvo presente en la playa de San Lorenzo, entre las escaleras 12 y 13, donde tuvo lugar el evento. “Es una actividad que encaja mucho en la estrategia del grupo de apostar por las energías renovables que conseguimos de los elementos de la naturaleza. Va todo unido al fomento del deporte y de la inclusión, porque estos chicos disfrutan mucho y para ellos, después de la pandemia, es una oportunidad”, razonaba.

Clara González, la presidenta de la asociación Alarde, confirmaba esas buenas sensaciones. Y también, la querencia que tienen los integrantes del colectivo por el surf. “Ya hemos hecho otras jornadas. A unos se les da mejor y a otros se les da peor, pero lo disfrutan muchísimo”, declaraba. Para González, este tipo de iniciativas deberían ser más abundantes por los beneficios que generan, pero también por la expectación. Aunque el cupo máximo de participantes era de 20, hubo gente que se quedó en la reserva. Y es que en Alarde el surf está muy arraigado y cuentan con dos campeones nacionales, Diego Portilla y Javier Carcedo. “Empezaron como estos chicos y ahora míralos”, decía con orgullo la presidenta de esta entidad, que cuenta con 190 integrantes, muchos de ellos de Gijón, pero otros procedentes de Mieres, Candás y Oviedo.

Quien también se mostraba muy satisfecho por la iniciativa fue Manuel Ruiz, el director de Skool Surf, un centro que tiene 14 años de historia y que ha colaborado, además de con Alarde, con otras asociaciones benéficas como Gatos Salvajes, la Once o Adansi. “El surf les aporta libertad. Estas personas son iguales que cualquiera y cuando entran en el mar nos libera de todo lo que tenemos fuera, el agua nos da sensaciones que en tierra no tenemos”, indicaba ayer sobre una actividad que, además de todo lo bueno que tuvo por razones sociales, sirvió para que 20 chavales se lo pasaran en grande cazando olas en una playa de San Lorenzo abierta para todos.

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