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Cruz Roja del Mar cumple medio siglo de rescates

El servicio marítimo de la entidad festeja sus 50 años con variedad de actos y la gratitud a sus voluntarios, disponibles “mañana, tarde y noche”

Por la izquierda, Borja Quintana, Asier Rodríguez, Constantino Vaquero y Daniel Cuervo, ayer, en la embarcación “Lima Sierra Gijón”, atracada en el puerto deportivo, que utilizan en sus rescates. | Marcos León

La pasión por el mundo marítimo y la vocación de servicio es lo que mueve desde hace medio siglo a todos aquellos voluntarios de Cruz Roja del Mar que han contribuido sin descanso a hacer de las costas españolas un lugar más seguro para quienes salen a pescar y navegar. La institución, que llegó a Asturias en 1974, ha programado una serie de actividades en Gijón para conmemorar los 50 años desde que este servicio, que ahora cuenta con medio centenar de voluntarios en la región, se pusiese en marcha en Galicia en 1971. “Siempre estamos disponibles, mañana, tarde y noche”, asegura Asier Rodríguez, uno de los responsables del servicio en Gijón.

Las labores de Cruz Roja en el mar tienen su origen en 1873 con motivo de la guerra entre cantonalistas y centralistas durante la primera República. “La primera ambulancia del mar fue un vapor que zarpó del puerto de Cartagena, prestando atención en tierra y mar a los heridos durante la guerra”, explica Constantino Vaquero, presidente de Cruz Roja en Gijón. Pero aquella intervención no tuvo continuidad en el tiempo, hasta que la tragedia ocurrida en octubre de 1970, con el naufragio del pesquero “La Isla”, en la costa gallega, que supuso la muerte de catorce de los quince marineros que iban a bordo. “El barco naufragó por la mala mar, y desde tierra estaban viendo a los tripulantes pedir auxilio, sin que pudiesen hacer nada porque en ese momento no había barcos en puerto, y para cuando llegaron se habían ahogado todos los marineros menos uno”, rememora Vaquero. Eso motivó que al año siguiente decidiese que Cruz Roja realizara labores de rescate en el mar.

La primera base se creó en La Coruña, y en poco tiempo se comprobó su valía, pues lograron rescatar con vida a todos los tripulantes del “Carmen Vilariño”, que se hundió al poco tiempo de establecerse el servicio. “A partir de ahí llegó la expansión de las bases de mar. Al año siguiente se unieron las Palmas, Santander y Cataluña, y ya en 1974 llegaron a Guipúzcoa y a Asturias, con puestos de socorro en toda la costa, como en Luarca, Ribadesella, La Caridad, Gijón, Avilés…”, describe Vaquero. En los primeros tres años de actividad en la región se lograron rescatar con vida a 68 personas del mar. “Desde el año 2000 han pasado más de 250 personas voluntarias, es importante destacar que todos los que colaboran son voluntarios”, matiza Vaquero.

El servicio se mantuvo igual durante años, hasta que en 1992 las competencias en seguridad marítima fueron asumidas por la dirección general de la Marina Mercante, creándose para ello la Sociedad de Seguridad y Salvamento Marítimo (Sasemar). Eso motivó que la misión de Cruz Roja quedase limitada a colaboración, con competencia que llega hasta las 12 millas de la costa. La “Cruz de la victoria”, “Asturias”, “Magnum”, “Gijón” y la actual “Lima Sierra Gijón” han sido las embarcaciones que durante estos años han estado en servicio en la costa gijonesa, con el denominador común de estar preparadas, al igual que los voluntarios, las 24 horas del día.

Cuatro tripulantes

Los voluntarios están en constante preparación. “Tenemos entrenamientos, dos o tres prácticas semanales y en todo tipo de horarios, mañana, tarde y noche porque debemos estar preparados las 24 horas del día”, afirma Asier Rodríguez. Estas prácticas están enfocadas a los supuestos de emergencias que suelen ser más habituales en el mar, desde remolques de embarcaciones a la recogida de troncos de grandes dimensiones o rescates en acantilados. “También hacemos ejercicios cada mes con los miembros del Helimer de Salvamento Marítimo, porque podemos llevar a una víctima de una emergencia que necesite ser evacuada en helicóptero”, detalla Rodríguez.

Todos los voluntarios organizan sus turnos para cubrir las tres franjas del día. “Siempre hay cuatro personas en la lancha, y dos de reserva en cada turno por si no se localiza a alguien. Hay un patrón, un marinero y dos socorristas. Siempre se está disponible, y en 10 o 15 minutos desde que se avisa se llega a la base, con tres minutos para cambiarse. En 20 minutos desde que nos llega el aviso ya estamos saliendo con la embarcación”, asegura Rodríguez, voluntario desde 2009 y trabajador de Cruz Roja desde 2016.

A todos los voluntarios les mueve su pasión. “Quería ser socorrista y tuve la oportunidad de entrar aquí hace cuatro años, donde se forma muy bien a la gente. Estoy encantado”, confiesa Daniel Cuervo. “Me dedico al sector náutico, y es bueno para adquirir conocimientos, además de realizar una labor social”, añade Borja Quintana, voluntario desde hace dos años. No obstante, muchos de ellos recuerdan también los malos momentos, como la búsqueda durante días de un niño de diez años en la Navidad de 2011 tras hundirse su embarcación en la entrada del puerto o el fallecimiento de un joven en la playa de San Lorenzo en el verano de 2020. Pero pesan más los rescates satisfactorios en este medio siglo de protección a los marineros que ahora celebran.

Los actos para este mes de octubre

  • Lunes 18. Acto institucional a las 13.00 horas en laEscuela de Formación Náutico Pesquera de Gijón e inauguración de la exposición de fotos y noticias sobre CruzRoja del Mar, que estará abierta al público hasta el 22 de octubre. 
  • Miércoles 20. Charla “Autoprotección en el medio marino:La visión y experiencia del personal voluntario” a las 18.00 horas en Cruz Roja (calle Les Cigarreres, número 28). 
  • Jueves 21. Jornada de puertas abiertas de la estación de salvamento de Gijón, en Cimadevilla, de 12.00 a 16.00 horas. 
  • Viernes 22. Simulación en el puerto deportivo a las 12 horas. Y a las 18 horas, proyección de la película “Cuando todo está perdido”, y debate con inscripción.
  • Sábado 23. Ruta costera en la zona del Rinconín para la recogida de plásticos a las 11 horas.

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