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Los donantes de sangre buscan jóvenes: ocho de cada diez tienen más de 31 años

La asociación gijonesa premia a Cruz Roja por su apoyo a la entidad y pide un “pequeño esfuerzo” ante el auge de la demanda hospitalaria

Por la izquierda, José Luis Carmona, Celia Fernández, Faustino Valdés, Ana González, Concepción Saavedra y María García, ayer, presidiendo la mesa de la asamblea general de los donantes de sangre en el recinto ferial. | Juan Plaza

Ya han recuperado el volumen de actividad de antes de la pandemia, pero la Asociación de Donantes de Sangre de Gijón pide “un pequeño esfuerzo” a los voluntarios para poder suplir las necesidades sanitarias, ahora que los hospitales están en pleno acelerón quirúrgico contra las listas de espera. Nota el colectivo una “cierta relajación” por parte de donantes habituales, pero, según explicó ayer su responsable Faustino Valdés en la asamblea general del grupo en el recinto ferial, la última Feria de Muestras se saldó con 296 nuevos donantes, una cifra “muy alta” y similar a años anteriores pese a que el volumen de donaciones se redujo al 40 por ciento por las restricciones pandémicas.

La cita de ayer sirvió también para homenajear a parte de los usuarios que en los últimos dos años –el año pasado no pudo celebrarse una asamblea al uso– han batido récords de entre 30 y 60 donaciones, un mérito que se recompensa siempre con un diploma. La mayoría de los premiados, sin embargo, no suelen asistir a estas citas. “Los donantes no necesitan de un diploma para seguir ayudándonos”, presumió Valdés.

Se aprovechó la ocasión, además, para entregar a la asamblea local de Cruz Roja su anunciado mérito nacional, un reconocimiento que premia la labor de sus voluntarios en las campañas de donaciones. Recogió el galardón su responsable, Constantino Vaquero, que animó a Valdés a que “la marea roja” que forman entre ambos amplíe sus colaboraciones en el futuro. Se rindió homenaje, por último, a Emilio Villa, histórico integrante de la junta directiva que cursó la baja por problemas de salud hace unos meses. Ocupaba el cargo de vicepresidente. El emotivo abrazo entre él y Valdés fue contestado ayer en el Palacio de Congresos del recinto ferial con una gran ovación.

La gala de ayer contó con la presencia de Celia Fernández, vicepresidenta de la Junta de Gobierno, y con María García y Ana María Ojera, responsables del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos. También con la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, alabó la “gran solidaridad” que a su juicio caracteriza el colectivo, una asociación ahora “muy necesaria” porque el incremento de la actividad en quirófano hace que los hospitales soliciten más sangre, una tendencia que se mantendrá en los próximos meses. Fue un mensaje similar al de la alcaldesa Ana González, que destacó la “generosidad y eficacia” de la asociación gijonesa.

En cuanto a los retos de futuro, Valdés se marca uno como prioritario: el relevo generacional. “Hace 20 años los donantes habituales tenían entre 30 y 45 años. Hoy, entre 45 y 60. Son los mismos”, reconoció. Según se recoge en la nueva memoria de actividad, el grueso de donantes de entre 46 y 65 años copan el 50,2 por ciento de la actividad de la asociación, con 5.457 voluntarios el año pasado. Una cifra que dista bastante del grupo poblacional de entre 31 y 45 años, con sus 3.413 voluntarios coparon el año pasado el 31,4 por ciento de las donaciones, y aún más lejos de las nuevas generaciones. Los jóvenes de entre 18 y 30 años supusieron en 2020 el 18,3 por ciento de las donaciones, con menos de 2.000 participantes.

En lo que va de año, según los datos de la asociación, la agrupación de Gijón –que incluye también a Gozón, Carreño, Villaviciosa, Colunga y Caravia– captó más de 9.000 donaciones, superando ya las 9.380 que se recogieron el año pasado. Una cifra habitual para compararse es la registrada en 2019, que tuvo 11.350 donaciones. Valdés espera que para finales de año los números se estabilicen ya del todo. En cuanto al volumen de nuevos donantes, fueron 469 el año pasado y habían sido 844 en 2019, y se mantiene la paridad del sexo de los donantes, que se dividen más o menos a la mitad entre hombres y mujeres. En cuanto a las cuentas de la entidad, la asociación tendrá para este año 51.455,87 euros, una cifra que varía por apenas 40 euros en los balances de los últimos años.

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