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El desbloqueo de los planes del Muro y Cimadevilla abre etapa urbanística

La remodelación del paseo marítimo no se podrá acometer hasta el próximo mandato municipal | El nuevo presupuesto, sin un euro para la reforma de Fomento

Cimadevilla, con la antigua sede de la Autoridad Portuaria en primer término.

El proyecto de presupuestos municipales para 2022 incluye sendas partidas de 44.800 y 66.600 euros para la contratar la modificación de los planes especiales de El Muro y de Cimadevilla, respectivamente, primer paso para la futura transformación urbanística de dos de los espacios más emblemáticos de Gijón y, en el primer caso, envuelta en la polémica por las discrepancias entre los grupos municipales sobre si deben recuperar los dos sentidos de circulación para el tráfico rodado en el paseo. De ambas partidas se informó ayer en la Comisión Municipal de Hacienda. La inclusión en el presupuesto de los fondos para modificar el plan especial del Muro es necesaria para una futura contratación de la asistencia técnica que lo elabore, algo que no se va a hacer antes de negociar con la oposición. Sin un solo euro en las nuevas cuentas se queda la reforma de Fomento.

Desde el gobierno local se recalcó que lo primero y más importante es intentar llegar a un consenso político sobre cómo debe ser la reforma del Muro, considerando que las negociaciones deben ser rápidas para que dé tiempo a que la modificación del plan especial esté concluida antes de que acabe el mandato. Una modificación de este tipo prácticamente requiere de una tramitación de dos años. La ejecución de la obra con un proyecto constructivo más concreto, por lo tanto, quedaría para el siguiente mandato municipal. La idea de que la ejecución de la reforma del Muro quede para el siguiente mandato es lo que explica que en el proyecto presupuestario no haya ninguna partida para la redacción del proyecto ni para la ejecución de las obras.

El Muro de San Lorenzo tiene actualmente sólo un carril de circulación, en sentido oeste-este, tras la reforma provisional que se acometió al inicio de la pandemia, para facilitar el paseo por el mismo manteniendo la distancia interpersonal, una de las medidas de prevención de la transmisión del coronavirus. La forma en la que se pintaron los carriles que se ganaron para los peatones llevó a que popularmente se llamara a la zona el “cascayu”. La decisión del gobierno local de reservar una partida presupuestaria ahora para el que sería el primer trámite para poder acometer en un futuro las obras de remodelación se produce después de que una comisión especial constituida para analizar la posible reforma concluyera que había puntos de encuentro sobre cómo debía ser, pero uno de discrepancia radical, en cuanto al grado de peatonalización, esto es, si debe haber al menos un carril para el tráfico en ambos sentidos o no.

Dos jóvenes por el "cascayu" del Muro. Juan Plaza

En cuanto a Cimadevilla, la reforma del plan especial permitirá transformar la antigua sede de la Autoridad Portuaria de Gijón en un hotel de cinco estrellas, dado que el plan especial actual sólo permite su uso como edificio administrativo. Todos los grupos municipales mostraron en su día su respaldo a que se modifique este plan para facilitar el proyecto empresarial, que sería el primer hotel de cinco estrellas de la ciudad.

El plan de Cimadevilla va más allá tras tres décadas con pocos retoques. El Ayuntamiento proyecta dotar a las calles del barrio de plataforma única y también ha solicitado fondos europeos para el proyecto de movilidad sostenible en Cimadevilla. La movilidad sostenible, en la que se prima al peatón, es también lo que llevó a la semipeatonalización del paseo del Muro, de momento temporal y cuya consolidación agrada fundamentalmente en la izquierda local.

Los cuatro grupos políticos de la derecha municipal reprocharon ayer al gobierno local que aún no los haya convocado para negociar la reforma del Muro y reclamaron la recuperación del doble sentido de circulación en el paseo marítimo. Ciudadanos propuso destinar los 48.400 euros a revertir “la chapuza del cascayu”, en palabras del edil Rubén Pérez Carcedo, quien considera que no es necesario modificar el plan especial siempre que la futura reforma incluya dos sentidos de circulación. El gobierno local sólo persigue con esta reforma “posibilitar la supresión de la circulación sin soterramiento o intentar legalizar el ‘cascayu’, manteniendo un único sentido”.

Los ediles de Foro Jesús Martínez Salvador y Pelayo Barcia apuntaron que “nuestro partido no participará de esa pantomima”. “Ya hemos manifestado nuestra postura: recuperar el doble sentido. Y para la futura reforma: soterramiento o doble sentido de circulación”, aseveraron. Además de insistir en la recuperación del doble sentido de circulación, la edil del PP Ángeles Fernández Ahúja resaltó que “ni para el Muro, ni para la fachada marítima de Fomento y Poniente hay fondos para la redacción y ejecución de los proyectos”. “Dos de las actuaciones más relevantes en el Gijón del futuro sin dotación presupuestaria”, indicó.

El portavoz de Vox, Eladio de la Concha, indica que la consignación presupuestaria para modificar el plan especial “nos hace temer que el gobierno va a seguir incumpliendo la normativa urbanística vigente”. Por la izquierda, la portavoz de Podemos-Equo, Laura Tuero señaló que “no veremos avanzar ni este proyecto, ni la remodelación de la otra fachada litoral de Fomento ni el Plan de Vías. El gran éxito del mandato serán muchos estudios pero ningún avance real, como estamos viendo”. Por su parte, desde Stop Muro han vuelto a pedir al juez que de manera cautelar ordene la restitución del doble sentido de circulación en El Muro.

La derecha exige el doble sentido en el paseo, Podemos recela y StopMuro irá al juzgado

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