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Cabueñes se sume en la decepción: así fue la frustrada licitación de la ampliación del hospital

La enorme falta de previsión del Principado ante el encarecimiento de los materiales paraliza la ampliación del centro sanitario, convertida en arma política

El Hospital Universitario de Cabueñes.

De la obra más importante para Gijón en una década a un estrepitoso fiasco en apenas un mes. La ansiada ampliación del Hospital de Cabueñes ha vuelto a frenarse en seco después de que la licitación de las obras de la primera fase del ambicioso proyecto quedara desierta el pasado martes. No ha habido una sola empresa que haya querido asumir el presupuesto de 44,9 millones calculado por el Principado para levantar un nuevo edificio en el complejo hospitalario en el plazo de 29 meses. Según denunció la patronal de la construcción, esta obra fundamental para los vecinos de Gijón, Carreño y Villaviciosa se ha planificado teniendo en cuenta valores de mercado para los materiales del año 2018 o incluso anteriores. Es decir, sin asumir el espectacular encarecimiento de las materias primas que afecta a medio mundo.

La Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon) aseguró que modernizar las instalaciones médicas de Cabueñes en esta primera fase tiene un coste más elevado del pensado en noviembre de 2017, cuando se anunció el proyecto. Como mínimo, entre un 30 o un 35 por ciento más de lo calculado por la consejería de Salud. O sea, 60 millones de euros y no los casi 45 que se anunciaron a bombo y platillo el pasado 14 de octubre. Justo un día después de la escasa inversión para Gijón en el proyecto de Presupuestos del Estado.

La licitación de la primera fase se oficializó el 25 de ese mismo mes y tres días después, el 28 de octubre, el consejero de Salud, Pablo Fernández, aseguró que empresas solventes estaban interesadas en realizar la obra. Dicho interés no se concretó en ninguna oferta en firme. La licitación quedó desierta provocando un nuevo retraso para la primera fase, que cuando se planificó hace más de cinco años, se contaba con que estuviera lista como muy tarde para este año.

La alcaldesa de Gijón, la socialista Ana González, tildó la situación de “pésima noticia” y exigió explicaciones a su compañero de partido, Pablo Fernández. Sanitarios, pacientes, y oposición local y regional coincidieron en definir la licitación desierta como un “fiasco”. Hasta el propio consejero de Salud llegó a reconocer que había sido “un despropósito”. El presidente del Principado, Adrián Barbón, reconoció su “frustración” y se comprometió a buscar una “temprana solución” para desbloquear el problema.

Un problema que Salud achacó a una “situación coyuntural” por la subida del precio de los materiales que se está viviendo en todo el sector de la construcción en el último año. Este diagnóstico lo rechazan los constructores asturianos. “No se debe a esa razón sino a una irresponsabilidad política”, argumentó Joel García, el presidente de la Confederación Asturiana de CAC-Asprocon. “Llevo dos décadas en esto y jamás vi una estimación así en mi vida”, llegó a decir.

García se refería al aviso que había lanzado semanas antes, el 6 de noviembre, cuando alertó de que el proyecto peligraba porque se planificó con precios de 2018. Precios que ya no existen el mercado actual. La patronal de la construcción citaba siete partidas reflejadas en el proyecto y las comparaba con valores de mercado actual. En esas partidas había desviaciones que oscilaban entre el 56 por ciento y el 386 por ciento. Por ejemplo, el hormigón se licitó a 46 euros el metro cúbico cuando su precio real es de 90 euros; el kilo de acero corrugado a 55 céntimos cuando el kilo vale 1,50 euros y dos generadores a 74.000 euros cuando cuestan 360.000 euros. Solo con las siete partidas que cifraba la patronal había una desviación de 2,6 millones entre lo presupuestado y lo que costaría en realidad.

En términos generales, las materias primas no han hecho sino crecer desbocadamente en un solo año. Por ejemplo, el acero era un 94,81 por ciento más caro que en abril de 2020; el aluminio, un 84,06 por ciento; el cobre un 81,71 por ciento y la madera un 79,23 por ciento. Unas subidas que amenazan en general toda la obra pública. “Antes, acudíamos a las licitaciones treinta empresas. Ahora lo hacen tres o cuatro”, analizó García. Respecto a una situación que se explica a grandes rasgos por el aumento de la demanda, la recuperación de la producción tras la pandemia y el coste del transporte marítimo.

En lo que atañe a lo local, se puede decir que, de momento, la mayor reforma de la historia de Cabueñes, una de las obras más indispensables para Gijón, ha vuelto ha quedar en punto muerto víctima de la coyuntura económica y de una mala planificación política por no tener esta en cuenta.

Las claves

  1. La primera fase de Cabueñes sale a licitación. El Principado anunció que licitaría en 44,9 millones de euros la ansiada primera fase de la ampliación del Hospital de Cabueñes a primeros de octubre. Oficialmente, salió el 25 de octubre. Esta fase prevé la construcción de un nuevo edificio en el actual complejo en el plazo de 29 meses. Cuando se proyectó, allá por 2018, se contaba con tenerla lista este año. 
  2. Temor en el sector de la construcción. Era 6 de noviembre cuando la patronal de la construcción lanzaba un aviso a navegantes. La ampliación corría riesgo de poder efectuarse porque el proyecto para licitarla calculaba el coste de los materiales con precios desfasados, del 2018, sin tener en cuenta la situación actual tras la pandemia. Los constructores cifran que al proyecto le faltaba un 30 o un 35 por ciento más de financiación para poder salir adelante. 
  3. Licitación desierta. Tal y como se temía el sector de la construcción ninguna empresa quiso asumir el pasado martes el proyecto. Ello provocó una tormenta de reacciones políticas y hasta el propio consejero de Salud reconoció que “había sido un despropósito”. Tras años de demoras, la mayor reforma de la historia del Hospital de Cabueñes volvió a frenarse en seco. 
  4. Desviaciones en los precios. Los constructores observaron desviaciones en los precios previstos respecto al valor de mercado de los materiales. Por ejemplo, el proyecto cifraba el metro cúbico de hormigón en 46 euros cuando en realidad ahora cuesta 90 euros. El encarecimiento de los precios en la construcción es generalizado. El acero en abril de 2020 se disparó un 94,81 por ciento respecto a su precio en octubre de 2021. 
  5. Enfado. Pacientes y sanitarios mostraron un monumental cabreo por la situación. La ampliación del Hospital de Cabueñes deberá seguir esperando a que se redacte un nuevo presupuesto.

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