El presidente de Asturias, Adrián Barbón, evitó ayer hacer sangre ante las críticas recibidas de sus compañeros socialistas del gobierno de Gijón sobre la insuficiencia inversora del nuevo presupuesto con la ciudad, pero sí les mandó dos recados. Al gobierno y al resto de los partidos de Gijón que también hicieron un análisis negativo de su plan inversor.
Uno: “Son unos presupuestos que incrementan claramente la inversión en Gijón”, sentenció Barbón. A Gijón se le fijan partidas por una cuantía de casi 30 millones –más de quince para el Hospital de Cabueñes en obras y aparatos– que duplican lo presupuesto para el actual ejercicio.
Y dos: “Se va a corregir lo que fue una licitación desastrosa de Cabueñes para que sí o sí salga. Va en ello nuestro compromiso. Quiero reconocer que la Alcaldesa (por Ana González) ha sido muy tajante en eso; y yo entiendo su preocupación y su posición”, remató el presidente de Asturias. Todo ello tras reconocer que “no comparto las críticas de Gijón”. “Entiendo que los ayuntamientos defiendan sus intereses y pidan más, yo también fui alcalde”, señaló.
El problema es que esa licitación fallida que complica que la obra de Cabueñes pueda empezar en 2022 más la suma de otros proyectos que se repiten en el presupuesto por falta de ejecución generan en Gijón una desconfianza tal que el propio gobierno local, del mismo signo político que el autonómico, tildó las inversiones de “insuficientes” y recordó al Principado que “no basta con que se apunten números si esos números luego no se reflejan en obras”.
No valoró Barbón ayer el argumentario del gobierno local aunque sí criticó la reivindicación del argumento poblacional que se hizo desde Foro. “No podemos defender que en la financiación autonómica no sea la población el elemento clave y que haya que tener en cuenta la prestación de servicios y ser solidarios y luego defender dentro de Asturias lo que criticamos fuera. Seamos sensibles”.
