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El restaurante acristalado de El Molinón estará abierto en los partidos del Sporting

El proyecto hostelero, que exigirá una nueva concesión, será financiado íntegramente con el dinero obtenido por el club a través del fondo CVC

Estadio de El Molinón Marcos León

El desembolso económico recibido por el Sporting gracias al acuerdo entre La Liga y el fondo CVC servirá para financiar íntegramente el proyecto hostelero que prevé construir un restaurante acristalado en la esquina noroeste de El Molinón, como desveló ayer LA NUEVA ESPAÑA. El propósito del club y del Ayuntamiento es convertir el local en un referente gastronómico y turístico. Es decir, en un polo de dinamización económica para la ciudad, en la línea de otras iniciativas que están pendientes de concreción en los alrededores del equipamiento deportivo. El establecimiento, que obligará a desarrollar una nueva concesión al margen de las ya existentes en los bajos comerciales, permitirá a sus clientes seguir los partidos del equipo rojiblanco. También tendrá vistas al parque Isabel la Católica.

Aunque la obra exige una reforma muy importante, se ejecutará en un espacio ahora mismo vacío y no implicará la pérdida de localidades. Más bien será todo lo contrario porque se habilitará una zona de lujo para seguir los partidos. Se guiará, por lo tanto, por el modelo de otros restaurantes situados en el interior de estadios modernizados o en vías de ello, caso del Santiago Bernabéu, en Madrid. Sobre este proyecto trabajan ya codo con codo el presidente del Sporting, Javier Fernández, y la alcaldesa de Gijón, Ana González. Lo que está claro es que será financiado exclusivamente por el club rojiblanco mediante los fondos previstos de CVC. También está decidido que la explotación de esta zona no se regirá por la actual concesión para establecimientos hosteleros en El Molinón. Se requerirá hacer una nueva, situación que abre la puerta a que otras empresas entren en la puja.

Este innovador proyecto marcará un importante punto de inflexión para el estadio, el más antiguo de España. El primer gran paso hacia su conversión en un polo económico se dio ya hace once años, durante los gobiernos de Paz Fernández Felgueroso, con la reforma, apertura y después explotación de los bajos comerciales. Fue entonces cuando se produjo la remodelación más significativa del estadio y su entorno con el objetivo de modernizar su estructura, pero también de optimizar su explotación. El Sporting tiene un plan estratégico para que el equipamiento esté a la vanguardia y sea un campo moderno cuyos fines no sean únicamente lúdicos. También se pretende un impulso con objetivos financieros, en una estrategia de la que pueden salir beneficiados tanto el club como la ciudad. Y donde los ingresos para la entidad no se limiten a lo obtenido en esos dos encuentros por mes.

El club, en ese sentido, viene dando pasos para que El Molinón gane en valor añadido: hace un año fue la primera entidad del fútbol profesional que puso en marcha un “escape room”, en 2019 lanzó el “Espacio Quini”; y en el Tour de El Molinón, además de la visita guiada, se incluyen eventos (alquiler de espacios) y los más pequeños pueden celebrar cumpleaños. Del mismo modo, se trabaja en renovar el entorno con homenajes a los símbolos de la entidad. Además de la estatua a Manolo Preciado y los reconocimientos a Jesús Castro y a Quini en las puertas 1 y 9, se pretende dar más nombres de jugadores al resto de accesos. Y se trabaja en crear el Paseo Sportinguista de la Fama, (propuesta de la Asociación Anselmo López) con 46 placas para rendir tributo a las glorias rojiblancas. También está pendiente la instalación de una estatua de Quini.

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