Una buena manera de incentivar un deporte en auge y un espacio para que los principiantes pierdan el miedo al mar. Así ven los nadadores de aguas abiertas más experimentados la apertura del nuevo canal de nado en la playa de Poniente, disponible para todos los aficionados a la natación desde esta semana. El circuito cuenta con 300 metros de distancia (el doble si se hace ida y vuelta) debe nadarse en el sentido de las agujas del reloj y estará abierto todo el año con máximo 40 personas.
“Es una buena forma de apoyar este deporte”, apuntaron varios deportistas. Entre los primeros que se lanzaron al agua ayer en el canal de Poniente se contó a Iván A. Noval, un nadador de 44 años que lleva dos en aguas abiertas. Con una temperatura de unos 12 grados, se zambulló con neopreno para dar las primeras brazas en los márgenes del canal. Dio dos vueltas completas, así que hizo 1,2 kilómetros. Una distancia respetable. “A todo el mundo le presta salir a aguas abiertas, pero a los principiantes les puede costar más. Tener las boyas al lado puede servir para romper esa barrera psicológica”, destaca. “Esto es un deporte en auge y cuanta más gente participe mejor. El canal es para principiantes, una buena forma de iniciación”, concretó.
Noval se lanzó al agua junto a José Ángel Núñez, al que todo el mundo conoce como “Lucky”. Tiene 41 años y lleva casi una década siendo nadador de aguas abiertas. Como su compañero, lo de Poniente lo considera una buena herramienta para los más primerizos, para los que están en las primeras fases de aprendizaje. “Lo que hay de momento es algo básico. Habrá que ir matizándolo”, dijo. “Que traten de hacer algo para fomentar este deporte, que está creciendo mucho, ya me parece algo muy positivo”, agregó. “Lucky” lo compara con el “kilometrín”. “Al final la gente que está de correr se hace sus propias rutas. Con las aguas abiertas pasa lo mismo, pero por algo hay que empezar y espero que acepten sugerencias”, puntualizó.
Hasta El Arbeyal
Goyo Llanes tiene 50 años y es un nadador experimentado. Hace al año cerca de los mil kilómetros. También tira de metáforas para hablar de su deporte. “El mar es como la montaña. No se le pueden poner puertas, pero para la gente que empieza es una buena forma de generarles confianza”, apuntó. “Sobre todo ahora por el invierno, que cuesta más”, incidió. Lo mismo consideró Marisa Montero, que a sus 67 años es otra clásica de las aguas abiertas. “A lo mejor podían hacer un canal desde El Arbeyal a Poniente, para que hubiera más distancia”, propuso para mejorar un circuito de aguas abiertas, un deporte con mucho tirón en Gijón.
