“En las cartas se ve que su arrepentimiento no es sincero y pelearemos por que le condenen a 25 años de cárcel, lo máximo posible, porque se ensañó con ella”. Con estas palabras se posicionó ayer Francisco Dacuña de cara al juicio por el asesinato de su hermana, Lorena, a manos de su expareja, José Manuel Sánchez Merino, que comienza mañana lunes. “Tras pensarlo, no podemos dejar suelto en cuatro días a este individuo y confiamos en que se haga justicia para que por fin mi hermana descanse en paz”, reflexiona Dacuña, tras declinar la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el procesado de veinte años de prisión.
El camarero gijonés, autor confeso de este crimen machista que conmocionó a toda la región en febrero de 2020, cumple prisión preventiva desde su arresto. La Fiscalía y la Abogacía del Estado solicitaron de inicio una condena de veinte años, mientras que la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima, y la popular, en manos de la Asociación de Abogadas para la Igualdad, elevaban su petición hasta los 25 años de cárcel al entender que, además de las agravantes de desprecio de género y parentesco, concurría también el ensañamiento. No obstante, sobre la mesa estuvo el pactar con el procesado una condena de veinte años de cárcel, como desveló LA NUEVA ESPAÑA, tras mantener un encuentro con todas las partes implicadas en el procedimiento el pasado viernes. La familia de la víctima, tras meditarlo, ha optado por solicitar la máxima pena y así se lo ha transmitido a su abogada. “Estamos nerviosos por el juicio. Pensé que lo llevaba mejor después de dos años, aunque ahora llegan los nervios. Pero tengo ganas de que se haga justicia y enfrentarme cara a cara con él”, reconoció Francisco Dacuña, en conversación con este periódico.
Cinco sesiones de juicio
La vista oral arrancará este próximo lunes y se prevén cinco días de juicio. El acusado deberá prestar declaración, o acogerse a su derecho a no hacerlo, ante el jurado popular que se encargará de emitir un veredicto sobre el caso. También la familia de Lorena Dacuña, su hermano y su cuñada, están llamados a declarar igual que muchas de las amigas de la víctima. Además de forenses, peritos y policías, está previsto que acuda el acompañante portugués con el que la fallecida llegó a su casa de la calle Callao y que huyó a la carrera al aparecer en escena, a gritos, José Manuel Sánchez Merino.
