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Cenero resucita con su Cristo: así fue la primera romería del año en Gijón

Los vecinos festejan “recuperar la tradición” procesionando a “la Altarina” tras la misa: “Sentimos mucha emoción”

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En imágenes: La procesión del Cristo de Cenero Daniel González

El Santo Cristo de la Abadía ha resucitado a Cenero. Y de paso, al resto de Gijón. Decenas de vecinos de la parroquia más grande del concejo se echaron a las calles del barrio de Sotiello para vivir el día grande de su festividad, que vuelve tras dos años de pandemia. Hubo actuación del coro de Lastres, bailes regionales de los grupos “Xolgoriu de Roces” y de “El Turruxón”, misa y animada sesión vermú. Pero también un sol de restallu, coches aparcados en el prao y ropa de domingo y alegría. “Hay menos gente que antes, pero es bueno recuperar la tradición”, celebraron los vecinos de Cenero.

La jornada comenzó con la actuación del coro de Lastres en la parte superior de la iglesia de San Juan de Cenero. La que conocen como la catedral del románico gijonés registró un lleno hasta la bandera para la misa solemne. La eucaristía la impartió en esta ocasión el cura José Antonio Álvarez, adscrito a la parroquia de San Pedro. Don Albino Laruelo, el cura de siempre de Cenero, se perdió la ocasión por cuestiones de salud. La misa contó con la presencia en las primeras filas de, entre otros, la exalcaldesa Carmen Moriyón. También estuvieron José Ramón Fiaño, presidente de Caja Rural de Gijón, y el secretario de esta entidad, Toño Migoya. La celebración comenzó al mediodía y finalizó con el himno de Asturias tocado con gaita y tambor.

Eso fue el preludio de la procesión del Cristo de la Abadía y de la virgen de La PurísimLa a a lo que en la parroquia se conoce como “La Altarina”. Las dos figuras salen de la iglesia y suben por la carretera de Trubia, secundadas por decenas de fieles, hasta dos altares que hay a un lado de la vía. “Son las fiestas más tradicionales”, remarcó Manuel Prendes, un vecino.

Después fue el turno de los brindis. Los más jóvenes, los que tienen que mantener viva la tradición como Chloe Díaz y sus amigos, también disfrutaron. “Es bueno volver a encontrarse con la gente”, apuntaron. También fue un día emotivo para Consuelo González, la presidenta de la asociación de vecinos, y para Isabel Riestra, una de las organizadoras de esta celebración. “Sentimos mucha emoción. La gente ha respondido”, explicó la segunda. La canción del Cristo de Cenero canta en uno de sus versos: “Adiós Cristo de La Abadía, hasta el año venidero”. Qué bueno que ahora ya solo sea cuestión de tiempo y no de pandemias que Cenero vuelva a latir así.

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