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La concentración de ayer de padres y alumnos del colegio Federico García Lorca junto a las puertas del centro.

Varias familias del García Lorca rechazan llevar a sus hijos a clase por un alumno agresivo

Los padres, que se concentraron ayer ante el centro, piden un refuerzo del profesorado para atender mejor al niño de 9 años: “Hay miedo”

Situación muy delicada en el colegio Federico García Lorca. Media treintena de padres y madres se concentraron ayer en la puerta del centro de La Calzada y se negaron a que sus hijos entraran en clase en señal de protesta por las continuas agresiones físicas y verbales que, supuestamente, un compañero de los pequeños con necesidades educativas lleva tiempo protagonizando. Según denuncian los padres, el estudiante en cuestión va a cuarto de Primaria (tiene nueve años) y no solo se ha enfrentado a otros niños sino que también ha centrado sus reacciones furibundas en profesores, personal del comedor y hasta la propia directora del colegio. “Hay niños que no quieren ir a clase y que les cuesta hasta dormir”, señalan.

El caso ya estaba siendo seguido por el Principado, que ahora estudia qué medidas complementarias se pueden tomar. La protesta organizada ayer se convocó a petición de varios padres afectados, que llevan tiempo organizándose a través de un grupo de Whatsapp. Arrancó a las nueve de la mañana y se prolongó hasta las 12. Durante ese tiempo, sus hijos no entraron a clase. Hoy, se espera, dentro de las circunstancias, normalidad. Lo que reclaman es profesorado de apoyo para poder atender mejor al niño en cuestión. “Pedimos profesores de apoyo para que estén con él, no queremos sacarle de su clase”, apunta Carolina Nascimiento, una de las afectadas.

El caso, explican, se remonta a hacer varios años. En concreto, a hace cuatro cursos, cuando este estudiante ingresó en primero de Primaria. Cuentan los afectados que, al principio, solo se producían “peleas puntuales y alguna discusión”. La cosa ha ido ahora a más. “Ha llegado a amenazar al resto de compañeros hasta con unas tijeras. Es un caso grave, estamos asustados”, añade Nascimiento. “Hubo problemas también en el comedor. Pedimos más profesores porque el primer afectado por lo que pasa es el propio crío, no vamos contra él”, señala Elisa Martínez, otra de las madres.

El detonante de la protesta se produjo hace dos días. Según relatan los padres, el pequeño en cuestión pegó en el esternón a un compañero dejándolo sin aire. “Tuvo que venir la madre del agredido y llevárselo al médico. Esto es algo que sabe todo el colegio. Hemos protestado y hablado con la dirección”, explica Nascimiento. Por otro lado, dos de los padres afectados remitieron a la dirección del centro una carta exigiendo medidas. La carta, a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, está fechada el 30 de noviembre del año pasado y relata el incidente de las tijeras anteriormente señalado, así como otros.

En ese escrito, los padres reconocen que el colegio se ha puesto en contacto con la consejería de Educación para tratar de ponerle una solución al problema. “Nos consta que el profesorado y la dirección están trabajando en el asunto, incluso que ha sido trasladado a consejería de Educación, que ha mandado a una persona a valorar el caso y que no ha tomado medidas adicionales”, dice el documento. “Por lo tanto, nos vemos en la obligación de empezar a tomar medidas en el tema, no puede ser que nuestra hija y sus compañeros vayan al colegio amedrentados por un niño”, reza la misiva.

El Principado, al tanto

Hay otro documento, que consta en el registro del Ayuntamiento con fecha del 24 de febrero, en el que la totalidad de los padres afectados relatan cómo se está viendo afectado el día a día de sus hijos y en la que solicitan de nuevo tomar medidas, así como una reunión con la dirección y la asociación de madres y padres del colegio, que ha ejercido en este caso de nexo de unión entre la dirección y los afectados.

La situación también ha llegado a oídos de la consejería de Educación. Según fuentes de este organismo, los padres afectados se pusieron en contacto ayer con el servicio de inspección para trasladarles la problemática. Lo que cuenta el Servicio de Inspección es el que ya se estaba haciendo un seguimiento con anterioridad de la situación. “Este servicio está en contacto con la dirección del centro y está valorando si se pueden adoptar algunas medidas complementarias”, zanjan desde la consejería de Educación.

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