El Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento pondrá en práctica un proyecto piloto a través del cual bajarán la frecuencia de siega en varios puntos de la ciudad con el objetivo de "favorecer la biodiversidad". Esta medida afectará a un total de 33 parcelas municipales de 17 zonas verdes urbanas y será analizada durante unos meses antes de extenderla a más localizaciones.

Lo que se pretende con este proyecto es iniciar un cambio en el modelo de jardinería que hasta ahora se venía desarrollando, así como modificar el modelo de gestión de zonas verdes hacia un modelo más naturalizado de los parques y jardines, "favoreciendo procesos naturales y de ecosistemas más equilibrados y resilientes: como el suelo, agua, flora, fauna o gestión ambiental", explican desde el Consistorio. De esta forma, Emulsa ha iniciado una siega selectiva para poner en valor los herbazales urbanos de Gijón con plantas autóctonas y propias del clima cantábrico, permitiéndolas evolucionar de forma natural mientras que se ejerce sobre ellas un mantenimiento menos intensivo. "Es una apuesta por la sostenibilidad y las buenas prácticas en jardinería urbana pública", aseguran.

Cabe destacar que durante las últimas semanas el Ayuntamiento ya había reducido la frecuencia de siega en varias carreteras, puentes, parques y plazas en algunos barrios y parroquias. Se trata de un modelo que ya se viene aplicando desde hace años en zonas con pendientes pronunciadas que no son utilizadas por los ciudadanos, como las márgenes del río Pilón a su paso por el parque de Moreda; la rotonda de El Musel; zonas del cerro de Santa Catalina; parte del parque de Pericones, junto a la calle Francisco Carantoña; o del parque del Cabo San Lorenzo, en La Providencia. En datos, durante el pasado año, Emulsa segó el equivalente a 51.100 kilómetros cuadrados de césped.