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Una larga pelea judicial paraliza las obras del edificio de lujo de San Bernardo

El inmueble, que tendría un dúplex de 1,6 millones de euros, el más caro de Gijón, se encalla tras la demanda de propietarios de pisos colindantes

Aspecto actual del inmueble de la calle San Bernardo, número 23, sin carteles de la obra ni maquinaria. | Á. G.

El edificio de lujo que proyectaba construirse al abrigo del palacete de Manuel del Busto en el número 23 de San Bernardo está en el aire. El plan planteaba una altura máxima de ocho plantas más un ático en segunda línea de playa y albergaba un llamativo dúplex con piscina que, reservado por 1,6 millones de euros, saldó la venta del que era el piso más caro de Gijón, pero el proyecto en su conjunto se ha visto envuelto en una farragosa batalla legal que se encuentra ahora a la espera de ser aceptada o no a trámite ante el Tribunal Supremo. Y los constantes retrasos de un proyecto que lleva más de tres años en trámites parecen estar colmando la paciencia de sus inversores, Realidades del Pacífico, sociedad del empresario asturmexicano Antonio Suárez (el llamado "rey del atún" y nombrado hijo predilecto de Gijón en 2021), dejando sin fecha una obra que debería estar ya en su recta final. "Este tipo de inversores no van a esperar por la ciudad, pueden irse a otra parte cuando quieran", explican desde fuentes del sector inmobiliario, que creen que políticamente "no se ha apostado lo suficiente" por el proyecto.

Recreación del proyecto de Realidades del Pacífico.

Lo cierto es que el Ayuntamiento, sobre el papel, sí ha dado el visto bueno a la obra. Lo hizo varias veces. La primera, aprobando en Pleno el acuerdo para dar el visto bueno al estudio de detalle de la parcela (un trámite formalizado a finales de 2019) y, después, alegando a favor del proyecto contra las partes que recurrieron la obra y judicializaron el proceso. El proyecto del asturmexicano fue recurrido, principalmente, por la comunidad de vecinos del edificio de la calle Cabrales número 20, la gran torre de 13 plantas que mira a San Lorenzo. También lo hizo la constructora Alvargonzález, que tiene un local en este inmueble. El nuevo edificio de San Bernardo quedaría pegado al suyo.

Alegaron estos recurrentes una batería de, a su juicio, ilegalidades en el citado estudio de detalle, como errores en el cálculo de la volumetría del inmueble, el tratamiento de las paredes medianeras, la creación de una planta de ático y la propia altura de la edificación. La batalla legal sigue en marcha, liderada por un despacho de abogados de la ciudad que insiste en que el proyecto es "una barbaridad urbanística". "Seguimos pensando que un proyecto así no hay por dónde cogerlo y esperamos que el Supremo lo valore. Ese solar se ofreció a muchos promotores de Asturias que no lo quisieron porque las condiciones de su ubicación son muy complejas", razonan desde el citado despacho. Esas cuestiones complejas incluyen que el pequeño edificio histórico de Manuel del Busto, de 1916, está lógicamente protegido, así como que la manzana se ubica en un contexto urbanístico muy desigual, haciendo esquina con Emilio Villa (calle semipeatonal y muy estrecha) y lindando a su espalda con la citada torre de 13 plantas.

La propuesta del asturmexicano había apostado por un término intermedio, edificando a distinta altura, alcanzando la máxima cuando se pega a la medianera de la torre, y aprovechando el proyecto para remodelar en parte el edificio de Del Busto, añadiéndole las buhardillas que el arquitecto había previsto y que jamás se hicieron. Se planteaba recuperar también el patio interior, oculto desde hace años, tirando el edificio sin catalogar del número 4 de Emilio Villa, un derribo que sí se ha hecho. La idea era mantener este patio y comunicar, así, Emilio Villa con Rectoría. Se proyectaban en total 29 viviendas (inicialmente se habían previsto 39) y había lista de espera de posibles interesados.

La última sentencia, emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) el pasado marzo, da la razón a Realidades del Pacífico y al Ayuntamiento, pero ha sido recurrida ante el Supremo. Y parece que las proyecciones del asturmexicano se han enfriado desde entonces. Se ha acometido la primera fase de las tres previstas en la obra: el derribo del citado edificio y los sondeos geotécnicos, pero nada más. El histórico edificio de Del Busto, de hecho, ya no luce los carteles promocionales que anunciaban el futuro inmueble de lujo. Y los vecinos aseguran no haber visto "movimiento" de operarios en meses. El piso más caro de Gijón, de momento, está todavía muy lejos de ser una realidad.

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