La Semana Negra de Gijón ofrece por primera vez una programación diaria centrada en el público infantil y en fomentar la lectura entre los más pequeños. David Acera, organizador e impulsor de estas actividades, destaca la importancia de comenzar a formar a los lectores del futuro. "Cuando alguien dice que algo no es para niños es porque le gustaría que nadie hablase de ese tema", añade. Acera justifica la incorporación de espacios para los lectores más jóvenes dentro de unas jornadas que tradicionalmente estaban reservadas al público adulto, con géneros negros, políticos y sociales. "Es el festival cultural más importante de Asturias, así que hace mucho que trascendió al género policíaco", explica el promotor. Los objetivos de estas actividades son dos: incentivar la lectura entre los niños y que la cita sea un punto de encuentro entre distintos colectivos relacionados con la infancia, como familias o docentes. Pero lo cierto es que a muchos de los actos acuden masivamente padres. "Nuestros hijos son los lectores del futuro y tenemos que ayudarles a ello", comentaba ayer Ignacio García.
Charlas, cuentacuentos, lecturas dramatizadas por los propios niños y niñas... Ellos son los protagonistas. Esther Prieto, autora que estos días presenta sus cuentos, celebra que se ofrezcan estas posibilidades. "A veces los niños tienen una sobreprotección muy superficial", explica. Diego Canteli, asistente a la presentación del cuento "Unes vacaciones bien rares", piensa que "la infancia a veces resulta olvidada".
Ayer tuvo lugar, además, una mesa redonda respecto al papel de la infancia en los medios de comunicación, con la presencia, entre otros, de Cristina Hermoso, de RNE, y Paco Abril. Alejandro Penín, asistente a la charla, considera "muy interesante" la propuesta de este año y cree que "el hábito de la lectura se adquiere de pequeño". Los pequeños también cuentan en la Semana Negra.