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Marcos TamargoMARCOS LEON

Grandes de Semana Grande

"Me tocó gastar la noche en La Arena y Cimadevilla; siempre me gustó el rock"

"El arte no es lo mismo que el mercado del arte; toda la vida se pagó mucho por obras tradicionales y es normal que pase igual con los NFT"

A Marcos Tamargo (Gijón, 1982) se le puede encontrar en Instagram como @marcostamargoofficial. Pintor consagrado a pesar de su juventud, desde 2019 retrata a las mujeres que han recibido y que reciben un Premio Nobel y también fue el retratista de los ganadores de los premios "Princesa", hace ya algunos años. En 2007 se fue a Nueva York para ingresar en The Art Students y estudió en The School of Visual Arts. Es el autor del cartel de la 65.ª edición de la Feria Internacional de Muestras que se desarrolla un verano más en el Luis Adaro.

A Marcos Tamargo se le describe como uno de los artistas con más proyección de Asturias, pero, a pesar de su juventud, su carrera ya admite considerarle como uno de los pintores más destacados del Principado. De La Calzada, conoció la noche gijonesa, aunque ahora prefiere el día, su huerta en su pueblo y luchar para que, con sus obras, la gente pierda el miedo, una pandemia para la que aún no hay vacuna.

–Pues como mandan los cánones... defínase.

–Soy creativo, familiar y una persona a la que le gusta investigar. La curiosidad no me mata, me motiva a seguir trabajando.

–¿Cuál fue el último tema que investigó?

–La cocina, aunque me gustan también las matemáticas. Estuve hace poco en Casa Gerardo y Casa Marcial y estoy descubriendo una faceta nueva.

–¿Se anima en casa a experimentar en los fogones?

–Cosas sencillas (risas). Se me da bien el salmorejo, que es fácil. Me refiero a sabores nuevos. Es un tipo de arte más.

–¿Practica algún deporte?

–Deporte, como tal no, pero cuando tengo tiempo libre, si se le puede llamar deporte, me gusta la huerta. Vengo al pueblo, que está en Candamo. Ahí estoy con mis tomates. Me gusta mucho ese contacto con la naturaleza, que, por cuestiones de trabajo, aunque ahora suelo estar más en Asturias, no suelo tener.

–Es el autor del cartel de la Feria de Muestras. ¿Se considera profeta en su tierra?

–Estoy muy contento de poder hacer algo en casa. Casi todo lo que hago es fuera de Asturias. Hace unos años estuve a punto de hacer el cartel, pero por agenda no pudimos. Este año, tras la pandemia, es especial porque todo vuelve a la normalidad y la afluencia va a ser muy buena. La Cámara de Comercio está haciendo una labor importante ya con 65 obras de artistas asturianos de los más conocidos. Pasar a esa colección es todo un honor. Es algo que queda para siempre. De eso no tengo duda.

–Tiene una foto de perfil de Whatsapp curiosa. ¿Qué es?

–Es una pieza que hice recientemente de dos metros por dos metros. Es mi figura masai, que creé en Kenia. Se atribuye a esas mujeres africanas que caminan desde niñas y que parecen bailarinas, que son alargadas. El cartel de la Feria de Muestras se inspira un poco en ellas. Es como puente levadizo, como un paseo, parecido también al de la Feria, que está inspirado en mi serie de puentes que quedaron por cruzar durante la pandemia. El cuadro que tengo de foto de perfil es de esa serie. Una parte importante de mi trabajo es viajar. Nutre mi labor. Cuantas más experiencias tienes, más tienes que transmitir. En esos puentes que quiero cruzar, animo a la gente hacerlo con mis cuadros.

–Es curioso que haga una serie sobre puentes en una época en la que más que tenderlos, nos empeñamos en destruirlos.

–Totalmente. Estamos en una época en la que la gente levanta muros. Yo quiero construir puentes. Me asusta un poco cómo está todo, porque cada vez se nota más tensión. Cada día, se añade un poco más. Deberíamos calmarnos todos, volver a los buenos valores y animarnos a conocer otras culturas. Cuanto más viaja una persona, cuanto más conoce, menos miedo se tiene a lo extranjero. Todos los problemas vienen del miedo. Hay que quitárselo.

–¿Vivimos en la sociedad del miedo?

–Sí, todo el mundo te intenta meter miedo. Con los puentes animo a quitarlo, a cruzar y a salir de la zona de confort. Si todos viajáramos más, tendríamos menos miedo. Ayer –por hace dos días– estuve en la ponencia de la oncóloga Elisabeth Arrojo en el Día del Club Rotario Internacional. Decía que solo entre el 2 y el 8 por ciento de los "y si" se cumplen. Muchas veces sufrimos por nada y ese estrés da problemas de salud. Tenemos que quitarnos el miedo al "y si" y vivir el otro 92 por ciento.

–¿La gente está tan cabreada porque falta ponerse en el lugar del otro?

–La primera crítica debería empezar siempre por uno mismo, que es de las labores más difíciles del ser humano. Solucionaríamos muchas cosas.

–¿A qué mujer le hubiera dado un premio Nobel?

–A Margarita Salas.

–Antaño hacía los retratos de los premios "Princesa". Alguno de los galardonados llegó a llorar al ver la obra. ¿Por ejemplo?

–Saskia Sassen, que fue premio "Príncipe" de Ciencias Sociales en 2013.

–¿Por dónde pasea en Gijón?

–Vivo en Marqués de San Esteban, pero me gusta pasear por La Calzada. Ahí nací y viví hasta los 11 años.

–¿A qué colegio fue?

–Fui al Primo de Rivera, que ahora es el Príncipe de Asturias, y luego al Rey Pelayo. Luego, a la Inmaculada. Y los dos últimos años los hice en el Instituto Jovellanos.

–Otra pregunta clásica. ¿El día de Begoña por qué le gustaría brindar? –Por perder el miedo. –¿Con quién va a ver los Fuegos?

–Con mis padres, mi novia y mis hermanos. Vamos a la playa y luego a tomar algo. Antes salía, pero ahora que voy camino de los cuarenta ya toca algo más familiar (risas).

–Por edad, tuvo que transitar La Arena.

–¡Sí! Y por Cimadevilla. Siempre me gustó el rock. Fomento, claro, también me tocó.

–¿Sigue disfrutando de la noche gijonesa?

–La gasté bastante cuando era más joven. Ahora, prefiero el día gijonés (risas).

–¿Cómo explica lo que es un Token no fungible, o sea, un NFT?

–Es arte digital. Se puede llevar al mundo físico, pero es algo real que ya existe. Los artistas no podemos dejarlo de lado. Es una nueva técnica para expresarse, como un lienzo o un grabado. Abre un nuevo campo para nosotros. Cuando en el ordenador me pongo a hacer un NFT tengo todos los pinceles y colores del mundo en la tableta en la que dibujo. No está reñido con el arte tradicional. Está para sumar. Hay coleccionistas de los dos tipos.

–Hay quien alucina cuando escucha las millonadas que se pagan por uno, pero a nadie le parecería raro pagar por un cuadro del Louvre.

–Es algo que siempre ha pasado. No es lo mismo el arte que el mercado del arte. Toda la vida se pagaron precios desorbitados en el arte tradicional y es normal que pase lo mismo con los NFT.

–¿Cree que son una burbuja? –Burbuja lo hay en todo, en los pisos, en las materias primas y en los NFT. Lo que sí creo es que estos se basan en tecnología blockchain, que ha llegado para quedarse. –¿Qué libro llevaría a la playa?

–"Nunca comas solo". Lo recomiendo.

–¿A qué personaje histórico le gustaría retratar en persona?

–A Freddie Mercury.

–¿A quién no te gustaría ver ni en pintura?

–De personajes históricos a Mobutu Sese Seki, que fue dictador en el Zaire. Y actuales, a Putin. Lamentablemente hay una larga lista de personas que no pintaría.

–¿Lleva corbata? –Sí, sí, me la puse, por ejemplo, para la boda de mi hermana. Aunque si tengo calor me la quito. Cada uno tiene su conciencia personal y debe hacer lo que esté en su mano para ahorrar. Pero no solo ahora, porque esté de moda. El calor que estamos pasando este verano no es normal.

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