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Honores por tierra y mar a la Soledad en Pescadores y Cimadevilla

"Forma parte de la historia y el alma del barrio", reconocen los vecinos

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Pescadores procesiona por el mar con su virgen de la Soledad, que recibe honores en Cimadevilla Marcos León/ Juan Plaza

La virgen de la Soledad volvió a brillar en las calles de Cimadevilla y del barrio de Pescadores después de la pandemia. "Forma parte de la historia y el alma del barrio", llegó a reivindicar el párroco Javier Gómez Cuesta durante la misa que ofició en la capilla de la Soledad, en el barrio Alto. Pescadores también se rindió ante su patrona con una procesión hasta la lonja de El Musel y la posterior ofrenda en las aguas del puerto, ante la expectación de un gran número de vecinos y el acompañamiento de la banda de gaitas "Villa de Xixón".

Fue precisamente la banda de gaitas la encargada de iniciar el pasacalles hasta la salida en procesión de la virgen de la Soledad, iniciada desde la sede de la asociación vecinal de Pescadores y finalizada en la lonja de El Musel. La rula gijonesa fue el escenario en el que se desarrolló la misa en honor a la patrona, oficiada por el párroco de Jove y La Calzada, Eduardo Zulaiba. Al término de la eucaristía, entre varios vecinos bajaron a la virgen hasta el barco "Mar Quinta Gijón". También embarcó Zulaiba, encargado de bendecir la ofrenda del laurel en una mañana con aguas algo revueltas. En una zona más tranquila, Akur Muñiz y Pedro Méndez fueron los encargados de lanzar la corona al agua ante la presencia de media docena de embarcaciones, engalanadas para rendir homenaje a su patrona. Ya en tierra, continuaron las celebraciones con una comida de hermandad y la entrega de la placa conmemorativa al socio con más edad del barrio. La actuación de Tere Rojo, previo baile de sevillanas, realizado por el Hogar del Pensionista, puso el broche a las fiestas de la Soledad en el barrio de Pescadores.

Al otro lado de la ciudad, en Cimadevilla, la Soledad, patrona del barrio junto a la virgen de los Remedios, también tuvo sus honores. Decenas de vecinos acudieron a la misa oficiada por el párroco Javier Gómez Cuesta, en la capilla de la Soledad, que acogió a los feligreses en su exterior mientras que el coro "Voces de Cimadevilla" se situó en el interior para una mejor acústica de sus cantos. Al término de la eucaristía, llegó el turno para la tradicional ofrenda al doctor Fleming, en el parque Isabel la Católica. "Estas semanas de fiestas han cumplido con las expectativas. Se superó el nivel de asistentes de 2018, las últimas que se hicieron", celebró Sergio Álvarez, presidente de la asociación de vecinos. Por su parte, Omar López, el presidente de la comisión de festejos, también valoró positivamente las celebraciones en el barrio alto, aunque en tono reivindicativo: "No tienen nada que envidiar a la Semana Grande, pero sin apoyos peligra su continuidad". La jornada continuó en el turno de tarde con las actuaciones de Jerónimo Granda, "Jimaguas" y "Baxel Trío".

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