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La pajarera vuelve a piar

"Está preciosa", dicen los visitantes de Isabel la Católica tras la reforma de la instalación, con 40 especies y grullas coronadas como novedad

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EN IMÁGENES: Así ha quedado la reforma de la Pajarera del Parque Isabel la Católica

"¡Hola, hola!", les repite el pequeño Antonio Benítez a un par de periquitos australianos de colores chillones que asoman sus patas por la verja de la pajarera del parque Isabel la Católica. Espera el niño que las aves le devuelvan el saludo y, aunque no lo hacen, su entusiasmo no mengua. Benítez, que es de Salamanca y está de vacaciones en Gijón con su familia, va animándose a medida que descubre la riquísima variedad de especies que hay en el gran pulmón verde tras acabar la reforma de la instalación, hace apenas unos días. La pajarera, todo un emblema, vuelve a la vida.

Cerca de 40 especies y alrededor de medio millar de ejemplares hay en esta instalación, que en tardes dominicales como las de ayer, de luz, sol y tiempo amable, hacen las delicias de los gijoneses y de los que no lo son, como el pequeño Antonio. Este niño de pelo rubio estaba acompañado por su madre, Ana Benítez, que como su hijo, se quedó maravillada por la cantidad de pájaros que hay en el parque. "Estuvimos en el Botánico por la mañana, de visita. Hemos aprovechado que el padre y mi otra hija se han quedado a dormir la siesta para venir a ver este parque. Lo cierto es que nos está pareciendo toda una pasada", afirmaba.

"Está muy guapo. Se echaban de menos. Hay que animar a la gente a venir", indica José Luis García, el operario encargado de atender a los animales del parque Isabel la Católica. Toda una eminencia en su campo. "Hay bastante variedad: gorriones de Java, pavos reales, faisanes dorados, plateados, comunes, tórtolas...", se pone a enumerar. "Una especie muy llamativa que tenemos es una grulla coronada que estamos criando. Fue una donación que hizo el Rincón de las Aves de Pravia, entidad con la que tenemos muy buena relación. Hace como unos 58 días que eclosionaron los huevos", relató García, que destaca que los trabajos de mejora de la pajarera se prolongaron durante todo el verano.

El arreglo de la instalación se enmarcó dentro de un plan algo más ambicioso, que comprende una serie de obras en el resto de los edificios del parque. Se han invertido 158.510 euros para reformar los vestuarios, oficinas, el lazareto, el almacén, el palomar y la citada pajarera. El siguiente paso es el dragado de las lagunas para su recuperación medioambiental al estar afectadas por cianobacterias. Mientras eso sucede, todas las miradas están centradas en lo que ya hay, como la pajarera.

"Me dan algo de miedo los pájaros, por si me pican, pero estos de Gijón no tanto", contaba, por su parte, Martina Duarte, otra niña que ayer visitó el equipamiento en compañía de su madre, Natalia González y de su tía Edita Losada. Ni Martina ni Natalia son de Gijón. Vienen de Llanera, pero se quedaron muy impresionadas con la fauna del parque.

De Gijón sí es Edita Losada. Así que comprende la gran importancia de la zona verde, declarada Bien de Interés Cultural, para la ciudad. "Es bueno que se actúe sobre él porque es un paraje emblemático. Hay una gran variedad de pájaros y escuchar su canto es bastante relajante", comentaba Edita Losada, que fue ayer una de las muchas que se quedaron maravillada con la pajarera de Isabel la Católica, otra vez a rebosar, como en sus mejores tiempos.

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