Hace ahora un año Emtusa esperaba saldar este 2022 con unas cuentas saneadas y liberadas de las deudas que trajo el covid-19 por la bajada de viajeros. Pero no ha sido así. La empresa calcula ahora un cierre con 3,5 millones de pérdidas, un déficit que se ha paliado en parte con la aportación extraordinaria de 1,8 millones que cedió el Ayuntamiento el pasado junio y que tendrá que reforzarse ahora con los 1,7 restantes. Pese a ello, y con la "convicción" de que en 2023 sí será el año de recuperación, la empresa municipal de transportes presenta un presupuesto "ambicioso" de 25,9 millones, ligeramente superior al del año pasando, fiando otros 9,8 millones de gasto en inversiones a los fondos europeos, con los que se espera comprar cuatro vehículos eléctricos.
El optimismo de Emtusa recae en parte en las ayudas estatales que rebajaron ya el coste del transporte público y que se entiende que se mantendrán en 2023, por lo que no se ve necesario modificar las actuales tarifas. También se ven con esperanza esos fondos europeos, que de aprobarse permitirían comprar cuatro vehículos eléctricos y reformar las cocheras de la entidad para habilitar puntos de carga. Preocupa, por otra parte, el alto absentismo de la plantilla, que provocó gastos imprevistos de medio millón de euros.
