El temporal no da tregua en Gijón: grandes daños en la senda del Piles

Parte del paseo fluvial se ha precintado por hundimientos parciales a la altura del Grupo

P. P.

El temporal sigue causando estragos en Gijón. Esta mañana, se ha precintado parte de la senda fluvial del Piles a la altura del Grupo, tras el Pabellón Verde, debido a un hundimiento parcial del paseo que ha vuelto inestable la vía. La senda se ha hundido en varios tramos tras quebrarse la base de cemento del firme y, desde el otro lado del paseo, se aprecian grietas en varios puntos del cauce fluvial, en la pared de la senda.

Por otro lado, y debido al temporal y al desbordamiento del río Peñafrancia, el Patronato Deportivo Municipal ha optado por cerrar los campos de golf municipales de La Llorea y El Tragamón, así como sus campos de prácticas. Ambos campos mantienen abierto su servicio de enseñanza, informan desde el Patronato.

En la jornada de ayer, la borrasca "Fien" volvió a azotar con fuerza Gijón por segundo día consecutivo, marcado por el fuerte viento, intensas lluvias y el oleaje. Eso sí, el de ayer martes fue un día en el que la Policía Local y el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamentos, con un equipo adicional de tres efectivos, consiguió "estabilizar" y controlar los efectos de temporal a lo largo de la tarde, según confirmaron fuentes municipales. En total, se registraron 44 intervenciones –el lunes fueron 35– , de las que 33 estuvieron relacionadas con caídas de árboles y cascotes, y las seis restantes, con inundaciones.

Ayer, otra vez, la zona rural volvió a ser la más afectada, aunque también se registraron incidentes en vías urbanas importantes de la ciudad. Un gran socavón en el cruce de la calle General Suárez Valdés con Balmes por un colector obligó a cortar el tráfico en estas vías de El Coto. El Ayuntamiento notificó caídas de árboles por el viento en numerosos caminos de la zona rural, como el de la Llomba, la Fabariega, los Caleros de las Gardenias, Marieva Granda y la plaza Carbayera de Fojanes. También en algunas arterias urbanas como la avenida Rufo García Rendueles, frente al instituto Rosario de Acuña; la intersección de la avenida de la Costa con la calle San Bernardo y en el barrio de La Perdiz de Roces. Además, se produjeron desprendimientos y se llevaron a cabo a cabo labores de achique por inundación en un garaje de la calle Álava, en Pumarín.

La lluvia está siendo tan intensa que el lunes se batió el récord en la estación de El Musel, que recoge datos desde 2002 y donde se registraron 82,8 litros por metro cuadrado. El dato anterior más alto corresponde al 22 de enero de 2019, cuando se acumularon 58,3 litros por metro cuadrado.

Como también sucedió el lunes, la Policía Local vigiló de cerca las zonas más expuestas, como el paseo del Muro de San Lorenzo, el parque Isabel la Católica y la calle Brasil, en el barrio de La Calzada, un punto que en los últimos años se ha visto muy afectado los días de fuertes lluvias. También permaneció cerrado por seguridad el Jardín Botánico.

Además, se reprodujeron las goteras del pabellón de El Llano, a pesar de las reparaciones efectuadas en la cubierta tras las quejas por problemas de filtraciones recogidas por LA NUEVA ESPAÑA. El agua volvió ayer a poner en jaque a los usuarios, quienes vieron sus entrenamientos completamente condicionados por la colocación de toallas y cubos para evitar que el suelo se mojara.

El agua sí permitió esta vez circular por los aparcamientos de El Molinón y la Politécnica, mientras al fondo la nieve se asomó en el Pico El Sol al descender notablemente la cota.

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