La figura de Paolo Priore sigue muy viva en su querida Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón. Sus compañeros, alumnos y familia le brindaron ayer un emotivo homenaje cuando se va a cumplir un año del fallecimiento de quien fuera catedrático de Organización de Empresas y profesor en el centro entre 1994 y 2022. El primer piso del edificio Departamental Este luce desde ayer una placa en su memoria de profesor fallecido a los 55 años, ubicada en uno de los pasillos de los despachos de sus compañeros del departamento de Administración de Empresas. Fue su mujer, Susana Pérez-Arango, hija del expresidente del Real Sporting, la encargada de descubrirla junto a su hija, Carla, y el hermano del docente, Filippo Priore.
El descubrimiento de la placa fue precedido por otro homenaje en el aula magna de la EPI, que se llenó para recordar a una persona que "encarnaba los valores que definen a una docente", ensalzó el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde. Su compañero y amigo, el profesor de Organización de Empresas Javier Puente, relató cómo forjaron su amistad en los ochenta como estudiantes hasta acabar compartiendo lugar de trabajo en la Politécnica. "Era amable afable y con sentido del humor", rememoró entre anécdotas en exámenes y escapadas conjuntas para esquiar. "Siempre fue ordenado y metódico. Le encantaba organizar las escapadas y los eventos culinarios en torno a la docencia". "Y sentía devoción por la familia, como buen italiano", elogió. El director del departamento de Administración de Empresas, Eduardo González, se refirió a Priore como "un académico de raza" con una "fortaleza mental digna de su capacidad analítica". "Muchos alumnos hablan de Paolo y como despertó su interés por materias que para muchos son muy áridas", ensalzó.
La actual directora de la EPI, Inés Suárez, destacó la "predisposición para ayudar a la Escuela". "Era siempre discreto, pero estaba siempre presente. Queremos con este homenaje transmitir nuestro aprecio y esperamos que sirva de consuelo a la familia", confió. El hermano de Paolo, Filippo Priore, agradeció las muestras de cariño al cierre del acto: "Mi hermano disfrutó de la simpatía de sus alumnos. Protagonizó una historia de superación llegando de Suiza a los seis años y su afán de superación le llevó a esta Escuela. Hay que honrar su memoria sin rendirnos ni olvidarlo nunca".