La catarata de peticiones en la ciudad para acceder a fondos de Bruselas

La Campa Torres inicia excavaciones tras 20 años y busca tres millones de Europa

El yacimiento se reactiva con extracciones de material y un análisis por georradar ante la posibilidad de hallar restos arqueológicos ocultos

Yacimiento arqueológico de la Campa Torres, con algunos de sus restos inundados. | Ángel González

Yacimiento arqueológico de la Campa Torres, con algunos de sus restos inundados. | Ángel González / S. F. Lombardía

El ambicioso proyecto arqueológico en la Campa Torres, paralizado desde hacía unos meses por la prórroga presupuestaria, se reactivará el mes que viene. Será entonces cuando comience la segunda fase del llamado "Proyecto Campa", que incluirá las que serán las primeras extracciones de material en el yacimiento desde hace más de dos décadas y un estudio del subsuelo mediante georradar que ayude a detectar posibles restos arqueológicos desconocidos por ahora por los investigadores. El reinicio de las labores, además, coincide con la reciente presentación ante Europa de un proyecto ligado a este espacio y con el que el área de Cultura aspira a captar 2,98 millones de euros de los fondos de recuperación para financiar la tercera fase del plan arqueológico, centrado en la consolidación y adecuación de gran parte del yacimiento para actualizar su espacio museístico.

El "Proyecto Campa" dio carpetazo hace unos meses a su primera fase del proyecto, que consistía en recopilar y estudiar los materiales que habían quedado sin analizar durante las grandes excavaciones en el yacimiento entre los años 80 y los 2000, unas tareas que en su día quedaron incompletas después de que el arqueólogo al frente de aquel primer proyecto, José Luis Maya, falleciese en 2001. Bajo la premisa de que el yacimiento necesitaba completar aquellos años de trabajo y solventar problemas endémicos de un lugar expuesto a la inclemencia meteorológica, la nueva hoja de ruta se dio a conocer en 2021 con los primeros 113.050 euros de inversión para la citada primera fase. "Poner en orden lo que ya teníamos era fundamental para poder seguir porque pudimos valorar cuantitativa y cualitativamente muchos materiales extraídos en aquellos años que se habían quedado sin analizar", señala Rubén Montes, arqueólogo vinculado al proyecto.

La segunda fase que ahora empieza se centra en la zona de La Llanada, que suele ser víctima de inundaciones constantes en temporada de lluvias. El contrato se formalizó ayer, por 276.606 euros –financiado en parte por una subvención de fondos del 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes–, a Desarrolla Obras y Servicios, con nueve meses de plazo. La parte central de la obra consistirá en crear un sistema de drenaje bajo el yacimiento para evitar nuevas inundaciones. "Y eso implica tanto excavaciones como consolidación de las estructuras existentes", adelanta Montes, que explica que una de las primeras tareas a realizar será ese análisis con georradar. "Se vio necesario hacer una inspección geofísica porque en un yacimiento como este no puedes meter un tubo de drenaje a ciegas", razona el especialista, que explica que ese estudio podrá ayudar también a dar con restos arqueológicos enterrados que ayuden a afinar las prioridades de futuras excavaciones.

A Europa se le piden 2,98 millones de euros para lanzar la tercera fase, que se espera para el año que viene. El objetivo es restaurar y consolidar el resto del yacimiento, especialmente, la zona de la muralla, con una excavación "sistemática y exhaustiva" de casi toda su extensión para garantizar su conservación y permitan que el entorno sea "más accesible" por los visitantes. "Se busca rehabilitar y poner en valor las ruinas arqueológicas. Es, en realidad, una fase complementaria a la que vamos a iniciar ahora", justifica el arqueólogo. De conseguir la ayuda europea, parte del dinero se destinaría también a financiar parcialmente la fase cuatro del proyecto, en la que se revisará y actualizará el plan museístico de la Campa para incluir los nuevos materiales y entornos recuperados. Ese plan se ejecutaría en la quinta fase, que cerrará los trabajos. "Lo interesante de esta fase dos es que se va a excavar una parte importante del yacimiento que jamás se tocó, y eso implicará alguna novedad arqueológica, sin duda", adelanta Montes.

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