Despedida por todo lo alto para las atracciones de la Semana Negra: "Este año ha sido mejor"

Tras diez jornadas de intenso trabajo para los feriantes y de divertimento para los usuarios, las atracciones de la Semana Negra echaron el telón la pasada madrugada. Las colas fueron las protagonistas durante la jornada de cierre y los propietarios de las atracciones coinciden en que las sensaciones han sido positivas, al igual que en los últimos años. «A lo largo de los días hemos vendido más de mil billetes», indicó Aarón Martínez, trabajador de «Adrenalyn».

Un nutrido grupo de encargados de estos montajes lúdicos han estado presentes en todas las ediciones del festival gijonés. Una de ellas es María Isabel Frá, propietaria de la atracción «Scalextric Las Vegas», quien no dudó en afirmar que esta edición ha superado a la anterior en cuanto al ambiente generado y al número de clientes. «Este año ha sido mejor, también porque la meteorología nos ha respetado bastante bien».

Desde el pasado día 7, miles de gijoneses y turistas de todas las edades han disfrutado de estos otros atractivos que ofrece el certamen literario. Jóvenes de la ciudad como Illán Menéndez y su grupo de amigos, aseguran que han sido fieles a la Semana Negra de principio a fin. «Hemos venido todas las tardes. Nos servía para juntarnos todos los amigos y montarnos en nuestras atracciones favoritas».

Hubo otros que apuraron más, pero supieron aprovechar la última tarde para no perder la oportunidad de cumplir con la tradición de disfrutar de la dosis de adrenalina anual. «Este año solo hemos venido hoy. Nuestros mejores recuerdos aquí son montados en las atracciones por lo que siempre han disfrutado en ellas nuestras niñas», apuntó Begoña González, madre de Olivia y Valentina Ferrero, quienes junto a su padre, Jairo Ferrero, hacían cola para subirse al «Ratón Vacilón». En una situación similar se encontraban numerosos usuarios por la alta afluencia de público que se apelotonó en los terrenos de los antiguos astilleros de Naval Gijón durante la tarde que marcaba el adiós.

Respecto a las cifras de asistentes, los feriantes hicieron hincapié en el notorio crecimiento que se producía los fines de semana respecto a los días de diario. «El mejor día de la Semana Negra fue el sábado 15», relataban los propietarios de las instalaciones.

La recogida de enseres comenzó desde el momento del cierre. Después de la incesante ocupación que ha supuesto la Semana Negra se marchan hacia otros festejos para seguir repartiendo alegría por doquier. Desde la organización ya les esperan con los brazos abiertos para 2024. «El conjunto es la clave de la Semana Negra y las atracciones son una parte muy importante», valoró Helenka Mata, una de las componentes del comité organizador del certamen.

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