La empresa de la ORA asumirá el control del aparcamiento de la avenida de Portugal

La instalación reservará plazas a los residentes

Un tique compartido permitirá usar el autobús a quien deje el coche en un parking disuasorio

Un vecino observa el actual aparcamiento de la avenida de Portugal sobre el que se ejecutará el proyecto del parking disuasorio del Principado. | Pablo Solares

Un vecino observa el actual aparcamiento de la avenida de Portugal sobre el que se ejecutará el proyecto del parking disuasorio del Principado. | Pablo Solares / R. ValleR. V.

Aún quedan un par de años para que el aparcamiento disuasorio de la avenida de Portugal sea una realidad, pero el Ayuntamiento ya tiene unas ideas básicas de cómo quiere gestionarlo, una vez que les sea cedido por el Principado de Asturias que es quien hace la obra con un coste de 5,6 millones en base a financiación europea del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Entre esas ideas está que la gestión del espacio la asuma la Empresa Mixta de Tráfico, que es la sociedad que gestiona la ORA en las calles de Gijón y los actuales aparcamientos regulados de Peritos y el Albergue Covadonga. De hecho, que esa sociedad público-privada asuma el futuro aparcamiento de 486 plazas en la avenida de Portugal sería una fórmula de compensarla por la pérdida de las plazas que controla ahora en Peritos. Hay que recordar que, también con fondos europeos, el Principado va a realizar una operación residencial en ese espacio de Manuel Llaneza.

El Ayuntamiento también tiene en mente que se puedan reservar una serie de plazas para residentes en el aparcamiento. Aunque esa opción depende de las condiciones finales que se le pongan a la obra como destinataria de fondos europeos. Así lo explicó ayer en comisión el edil de Tráfico y Movilidad, Pelayo Barcia, a preguntas de IU. El edil forista especificó que se mantienen las condiciones básicas que sobre la gestión del equipamiento se habían fijado ya en el anterior mandato.

Pero más allá de su gestión hay otros elementos que se vinculan a la puesta en marcha del aparcamiento disuasorio de la avenida de Portugal en la que ya se está trabajando en el Ayuntamiento. Por ejemplo, en una reordenación de las líneas de Emtusa que pasen por esa zona y que permita a quienes dejen allí el coche poder trasladarse a otros puntos de la ciudad en autobús. A esa reordenación no será ajena la puesta en servicio a pocos metros de la avenida de Portugal de la futura estación intermodal de Moreda. Y a esa voluntad de ofrecer alternativas de transporte público a quienes dejen su coche en un aparcamiento disuasorio se vincula una propuesta a incluir en las ordenanzas fiscales que entren en vigor en 2025: una tarifa conjunta para el estacionamiento en un aparcamiento disuasorio y el viaje en autobús municipal.

Ese tique compartido serviría para quienes usen el aparcamiento disuasorio de la avenida de Portugal u otros similares. Y es que Barcia dejó claro en su intervención en comisión que se están buscando nuevas ubicaciones para aparcamientos similares. Una de las zonas en las que el Ayuntamiento tiene más interés es el entorno del campus universitario. Una de las prioridades para la elección de las ubicaciones es que tengan garantizada su conectividad con Emtusa, bien porque ya haya líneas que den servicio al ámbito o porque fuera fácil para empresa municipal habilitarlas.

Ese es también un requisito para elegir nuevos espacios donde replicar el proyecto de El Arbeyal, donde se habilitará una zona de pago –también gestionada por la Empresa Mixta de Tráfico– para autocaravanas. El proyecto del Arbeyal, por el que ayer preguntó Podemos, está siendo reformulado en estos momentos para actualizar su coste en base a la subida de los precios de los materiales.

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La complejidad del proceso para ajustarse a la legalidad y las propias limitaciones de los recursos técnicos del propio Ayuntamiento convierten en una tarea casi imposible que la autoridad municipal pueda retirar todos los coches abandonados en las calles de la ciudad. Ese es el mensaje que la concejala de Seguridad Ciudadana, la forista Nuria Bravo, trasladó en comisión donde PSOE, IU y Podemos habían presentado iniciativas en base al problema que este tipo de coches está generando en el Polígono del Pumarín y que ha movilizado a los vecinos con la colocación de pegatinas. Un mensaje que incluyó números: entre los años 2022 y 2023 fueron 434 los expedientes multando a coches por estar abandonados en la calle, pero de ellos solo 171 acabando siendo retirados por la grúa. El proceso hasta llegar a que el coche pueda ser llevado al depósito es largo y complicado. Antes de nada, hay que investigar si existe una denuncia por robo sobre el vehículo y si no es robado el siguiente paso es elaborar un informe donde se describan una serie de indicadores que lleven a concluir que se trata de un coche abandonado en la vía pública. Tras el informe llega la notificación pública a través de la colocación de una pegatina roja y luego la denuncia, que incluye el aviso de una sanción de 900 euros y da un mes de plazo para la retirada del coche antes de poder llamar a la grúa. Si a lo largo de ese proceso el vehículo cambia de ubicación, aunque no sean más que unos metros, la legislación obliga a empezar desde cero la tramitación. A esos problemas hay que añadir los que suma el Ayuntamiento en cuanto a la disponibilidad de solo tres grúas y las limitaciones de espacio tiene el depósito de vehículos. Desde la oposición lo que ayer se pidió fue una ofensiva municipal con una intensa campaña de multas en espacios conocidos por esa práctica que genere un efecto de amenaza sobre quienes abandonan coches en la calle.

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