Una constructora de Gijón aspira a comprar el Monte de Piedad para construir un hotel

Una constructora local ha mostrado su interés en adquirir el histórico edificio de Monte de Piedad de la calle Instituto, ahora propiedad de Unicaja, para rehabilitar el complejo y crear un hotel. La iniciativa, ya en conversaciones entre ambas partes, está pendiente de formalizarse, pero tiene clara su hoja de ruta: el abandono general del complejo y su céntrica ubicación ha hecho que el propietario y el interesado en adquirir el edificio llevan un tiempo acercando posturas. Existe, de hecho, un precedente reciente, el Monte de Piedad de Oviedo, que se vendió en los mismos términos a otra constructora y para el que se proyecta, también, una fase de rehabilitación y la puesta en marcha de un complejo hotelero.

El Monte de Piedad es uno de los edificios más icónicos de la zona centro de la ciudad. Comenzó a construirse en 1935 y se inauguró en 1943 bajo el diseño de José Avelino Díaz Fernández-Omaña, un reputado arquitecto y urbanista y uno de los máximos exponentes del racionalismo. Fue el arquitecto municipal que diseñó la Escalerona, la reforma del Muro de 1952 y la comisaría de la Policía Local de la calle San José, que originalmente se había creado como sede del parque de bomberos.

El edificio de la calle Instituto, por su parte, se creó con una finalidad doble: la sede del propio Monte de Piedad –entidades en su origen benéficas destinadas al empeño de joyas como vía de préstamos– y una docena de viviendas en tres de las cuatro plantas –más el bajo– con las que cuenta el inmueble. Este el motivo por el que el edificio siempre ha tenido dos entradas, una por la calle Instituto y otra insertada en la pequeña plaza que lleva su nombre. El inmueble, que acabó en manos de Cajastur, comenzó a languidecer tras el proceso de cierre de los centros de pensionistas en la región, que había sido su principal uso de cara al público durante décadas. Cajastur había alegado entonces que la baja afluencia de usuarios y el elevado coste de mantenimiento no hacían viable su continuación. Después, y según ha podido saber este periódico, la Fundación Cajastur acordó enajenar el 20 por ciento de su propiedad del inmueble a, por entonces, Liberbank, una operación que se hizo al mismo tiempo que la venta del Monte de Piedad de Oviedo, tramitada en los mismos términos, y que se negoció durante 2015. Tras la fusión de Liberbank con Unicaja Banco en 2021, esta última es la responsable de un edificio que, ahora, parece interesada en vender.

El ejemplo de Oviedo es, de hecho, un precedente de cómo antiguas sedes vinculadas a entidades bancarias encuentran luego un nuevo modelo de negocio viable. El Monte de Piedad de la capital, en plena plaza de la Catedral, se vendió un año antes de estallar la pandemia a una constructora de la zona, Comamsa, que proyecta también –aunque sin avances recientes conocidos– crear un hotel. Antes, el propio Ayuntamiento de Oviedo había tratado de hacerse con el inmueble para reagrupar allí sus oficinas municipales.

En el caso de Gijón, al Monte de Piedad no le habían salido hasta ahora muchos interesados. El Principado se había fijado en el inmueble en 2020 como posible futura sede del centro de mayores del San Agustín, pero finalmente se optó por cumplir con la demanda de los usuarios y renovar el contrato de alquiler de su sede –en el centro comercial que da nombre al grupo–, pese a su elevado precio, otros cinco años. El emplazamiento del edificio, sin embargo, causa interés por su potencial. Está situado en plena Ruta de los Vinos, una de las zonas más concurridas de la ciudad, y tiene a pocos metros del complejo, en la calle Santa Rosa, otro hotel, este de tres estrellas, en funcionamiento.

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