Emulsa necesita ya una inyección extra de más de cinco millones para cubrir gastos

El «tarifazo» de Cogersa y la sentencia por el descanso semanal complican la economía de la empresa, pendiente del remanente del Ayuntamiento

Operarios de Emulsa limpian la playa de Poniente. | Juan Plaza

Operarios de Emulsa limpian la playa de Poniente. | Juan Plaza / R. Valle R. V.

La Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente (Emulsa) empezaba año con un presupuesto récord de 47,7 millones de euros. Una cifra que establecía un incremento del 22% sobre el ejercicio de 2023 y donde se veían reflejados tanto el mayor esfuerzo del Ayuntamiento, elevando su aportación hasta llegar a los 28,1 millones, como de los vecinos, a los que se aplicó una subida del 30% en la tarifa de recogida de basuras que le suponía a la empresa ingresar cuatro millones más por esa vía. Aún no se ha completado el segundo mes del año y ese presupuesto ya le queda corto a Emulsa. Tan corto como que le urgen alrededor de 5,5 millones más para atender sus compromisos.

Empezando por los 2,6 millones más que a Emulsa le van a costar este año los servicios de Cogersa como consecuencia del incremento de precios que aprobó el Consorcio, con el que la tarifa por el tratamiento de los residuos pasó de 67 a 96 euros por tonelada. Una subida que a Gijón le pilló con las ordenanzas fiscales ya aprobadas y a Emulsa con el presupuesto cerrado en función de la tarifa de Cogersa vigente en ese momento. El Ayuntamiento gijonés, a través de su concejal de Medio Ambiente y presidente de Emulsa, el popular Rodrigo Pintueles, fue una de las voces más críticas contra el «tarifazo» de Cogersa.

Pero no es solo eso. Entre 1,3 y 1,7 millones es el coste en indemnizaciones que le puede suponer a la empresa haber perdido en los tribunales un pleito sobre la aplicación del descanso semanal. Una primera sentencia favorable a las demandas de ocho trabajadores abre la puerta a cientos de indemnizaciones. Este asunto, además, puede tener una segunda derivada de calado para Emulsa, que tuvo que recurrir a una aportación extraordinaria del Ayuntamiento para cuadrar las cuentas de 2023 y evitar un tercer año consecutivo de cierre en negativo y entrar en causa de disolución. Esas cuentas están ahora mismo siendo auditadas y, ya que la sentencia es de 2023, los auditores podrían contabilizarla como deuda de ese ejercicio, lo que supondría cerrar en negativo.

El listado de necesidades de Emulsa suma otras dos cifras. Por un lado, el medio millón de euros que en los Presupuestos regionales solían venir como transferencia para financiar los puntos limpios en Gijón y que no vienen en el de 2024, y por otro, un millón de euros que la concejalía de Hacienda le rebajó en el último minuto a la partida de inversiones del presupuesto de Emulsa, aunque con el compromiso de «reintegrárselo» en estos primeros meses del año una vez confirmado el remanente disponible para 2024.

Pero ahora, el recurso a remanente no solo es la opción para cubrir ese compromiso de un millón de euros, es la vía más lógica para asumir desde el Ayuntamiento el resto de las obligaciones de Emulsa. Algo que limitaría las opciones del equipo de gobierno de Foro y PP de cumplir otros compromisos pendientes de ese remanente. Muchos de ellos, obras en los barrios. Otra alternativa que es posible en la práctica es volver a subir la tarifa de la recogida de basura a los vecinos. Posible, pero poco probable por su coste político.

Sin reservas

En todo caso, la situación económica de Emulsa no deja de ser un quebradero de cabeza para el gobierno. En lo que va de mandato la empresa ha recibido 10,6 millones adicionales, contando los cuatro de incremento de ingresos por tarifas y 6,6 de aportaciones extraordinarias del Ayuntamiento, para poder mantenerse. Sin olvidar que irregularidades detectadas en la ejecución presupuestaria de años anteriores fueron llevadas por la propia empresa al Tribunal de Cuentas para que determinara si había indicio de algún delito. El problema afecta a unos 16 millones de euros que se contabilizaban como reservas voluntarias de la empresa sin existir como tales ya que se habían usado para hacer inversiones y cubrir pérdidas.

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